sábado, 29 de octubre de 2011

Capitulo 12:Reencuentro


Capitulo 12:Reencuentro
Angamar refulgía sedienta de sangre tras acabar con su primer objetivo. Delor tensaba sus músculos y adoptaba una posición de ataque mientras lo veintinueve orcos restantes alzaban sus escudos y desenvainaban sus espadas.
El primer orco se abalanzó sobre Delor levantando su escudo y su cimitarra en el aire, pero el portador de Angamar fue rápido y esquivo el mortal ataque de su enemigo mientras asestaba una estocada a su desprotegido corazón. El segundo orco cayó al suelo mientras la sangre salía a borbotones de una brutal brecha en el pecho.
El resto de orcos, mas recelosos por el sino de sus dos compañeros decidieron esperar a algún movimiento de Delor. Sin pensarlo mucho nuestro protagonista trazo un arco vertical en direción a un gordo orco que se encontraba a su derecha, el cual cayó inerte al suelo cuando el mandoble de Delor le desgarro el rostro y le quebró el escudo, Delor no tuvo mucho tiempo de regocijarse en su pequeña victoria ya que inmediatamente dos enormes orcos armas con sendos montantes se lanzaron al ataque. Delor paro las dos armas como si de un acto reflejo se tratara, y con un rápido embate acabo con la vida de uno de los orcos, el siguiente se le resistió mas, ya que conocía bien cómo manejar un mandoble y esquivaba y paraba los golpes de Delor con una agilidad extraña en un ser de su tamaño, hasta que al final Angamar atravesó su pecho. Delor estaba iracundo y Angamar también pues refulgía con un color rojo intenso. Delor no espero mucho para atacar a su siguiente enemigo pero esta vez decidió utilizar el poder de Angamar y en lugar de asestar un mandoble a su enemigo, le lanzo con su mano libre una enorme bola de energía roja, la cual impacto en el pecho del orco acabando así con su vida. A Delor aun le quedaba una ardua tarea, ya que tenía que acabar con veinticuatro orcos mas, a parte de su mortal enemigo Draftal, sin embargo a Delor no se le notaba fatigado ni desesperanzado, si no que mostraba una dura mirada sedienta de sangre y de venganza.
Delor siguió con la matanza ya que ningún orco lograba superarle.
Muchos cayeron salto sobre un grupo mientras agarraba a Angamar con las dos manos y relizaba un arco horizontal.
Delor seguía peleando nada le detenía. Mutilo a un pobre orco, el cual intento salir de la refriega arrastrándose con el único brazo que le quedaba, pero nada era capaz de frenar a Delor el cual le clavó la espada a la altura del cuello.
La refriega continuo por lo que a Delor le parecieron oras, hasta que al final solo quedaron dos orcos y el imponente Draftal, el cual descabalgo de su enorme y lobo huargo mientras decía con una voz ronca.
-Malditas ratas de cloaca, por lo visto si quiero conseguir una muerte tengo que hacerlo yo mismo.
Los dos soldados restantes huyeron despavoridos.
Entonces los dos grandes enemigos quedaron cara a cara. Delor con Draftal.
En cuanto Draftal se encaró a su enemigo, este arqueo las cejas a modo de asombro.
-Vaya, tu cara me suena asqueroso humano.
-Mi nombre es Delor Jenkins, hijo de Aragath, de las montañas Highlard, al norte de Senar. Tu, maldito bastardo, tu y tus asquerosos orcos atacasteis mi aldea en plena noche y acabasteis con todo cuanto yo amaba, incluyendo mi madre y mi padre. Pero hoy cumpliré mi ansiada venganza-Dijo Delor mientras su cuerpo quedaba envuelto por la luz roja de la ira de Angamar.
-Ya recuerdo, eras el pequeño muchacho que empuñaba una espada y en un escudito de madera mientras lloriqueabas bajo una mesa, ya me acuerdo. Tu padre lucho con honor, pero tu madre, disfrute matándola.
-¡MUERE BASTARDO!-Grito Delor mientras se abalanzaba sobre Draftal.
Angamar centelleaba roja e iracunda, mientras seguía su mortal trayectoria hacia Draftal el cual en el último momento alzó una enorme cimitarra de hoja negra, la cual brilla con una luz verde.
-Jaja, ¿crees que la ira de tu Angamar es suficiente para quebrar mi Drak´thulol? Jaja, necio, nadie jamás ha vencido a la espada de la Hermandad-Dicho esto, Draftal se preparo para el ataque. Entonces los dos luchadores cargaron. Draftal empezó a esquivar y parar los ataques y embates de Delor, el cual atacaba frenéticamente la hoja de Draftal. El orco se harto de defenderse y comenzó a atacar. El primer golpe vertical desestabilizo el ataque de Angamar, dejando el cuello de Delor al descubierto. Draftal no dudo en lanzar un poderoso mandoble hacia el cuello de su oponente. Pero rápidamente Delor se echó hacia atrás y lanzo una enorme bola de energía roja hacia el cuerpo de su adversario. La ira impacto a Draftal en el estomago, pero no pareció debilitar al poderoso orco, el cual seguía acometiendo a Delor. Draftal fue rodeándose de energía verde poco a poco, hasta que la pelea se convirtió en dos enormes bolas de energía, una verde y otra roja, las cuales lanzaban ataques a su adversario.
Mientras duró la pelea Delor recordó el día del asalto.
El cielo oscuro del crepúsculo cubría el pueblo, cuando unos tambores de guerra y unos poderosos y desgarradores gritos profanaron la tranquilidad de la noche.
Su padre Aragath entro corriendo en la casa armado por una espada y por un escudo. La madre de Delor le izo señas a su hijo para que se metiese bajo la mesa.
Entonces la puerta se quebró y entro Draftal acompañado de dos enormes orcos. Aragath se tiro hacia uno de ellos con la espada por delante el cual cayó desplomado, el siguiente orco no pudo reaccionar ya que Aragath se movía como un tigre. Pero Draftal ya estaba preparado cuando el padre de Delor se lanzó hacia él, con la gran Drak´thulol, Draftal, quebró la espada de Aragath el cual cayó hacia atrás desequilibrado, entonces hundió la espada en el estomago de Aragath, el cual empezó a borbotear sangre.
Draftal miro fijamente a Delor mientras sonreía y se llevo a rastras a su madre.
Delor salió de su escondite cuando el techo de la casa empezó a arder y se acerco a su padre, el cual moribundo le dijo.
-Delor, hijo mío, haz lo que quieras en t-tu vida, pero, nun-nunca te conviertas en a-algo así. Quiero q-que me hagas un gran favor hijo mío, quiero q-que vayas al mausoleo familiar y q-que investigues allí. Debes conseguir la espada de la fa-fa-familia, que nos prometió un gran arcángel, d-debes ir, en el mausoleo encontraras toda la historia, por favor hijo.
-Lo haré padre y cuando lo haga te vengare, te vengare-Dijo Delor mientras se le anegaban los ojos de lagrimas.
Entonces su padre murió.

Delor volvió al presente donde seguía luchando encarnizadamente con Draftal, ni uno ni otro parecían flaquear ni en ataque ni en defensa, ambos conocían sus espadas y eran buenos manejándolas.
-Ya estoy harto de este juego, Delor. Dile hola a la muerte-Gritó Draftal mientras de su espada salía un rayo de energía verde con forma de serpiente, el cual impacto en el pecho de Delor. En cuanto ``la serpiente´´ impactó en Delor, este, salió volando por los aires hasta impactar contra una piedra. Delor daba la sensación de estar inconsciente. Draftal se acercó al inerte cuerpo de Delor mientras se secaba el sudor de la frente.
-Al final has caído, y yo sigo en pie, bastardo.
Dicho esto Delor abrió los ojos y lanzo un ataque vertical ascendente con su Angamar, la cual rajó el pecho y parte de la cara de Draftal.
-Mi venganza esta próxima maldito orco-Dijo Delor aproximándose al malherido, pero aun vivo cuerpo de su oponente.
Pero justo cuando iba a lanzar la estocada final, algo explosiono dentro del castillo q tenían a sus espaldas. Algunas paredes del castillo saltaron hechas pedazos, y de entre toda la humareda salió una forma alta, delgada y demacrada envuelta en unos hábitos negros. El Nigromante había regresado. Draftal seguía tendido en el suelo, malherido. Pero Delor aprovecho y salió corriendo hacia el bosque. El Nigromante había vuelto, ¿era esta una estratagema de la Hermandad?

martes, 11 de octubre de 2011

Capitulo 11:La oscuridad

Capitulo 11:La oscuridad
La oscuridad le helaba las venas a Jack el cual no veía nada. La puerta se había cerrado misteriosamente, y no conseguían abrirla a tientas, entonces una voz surgió desde atrás de Jack.
-Jack, soy Delor, saca a Glodir, supongo que así iluminaremos algo.
Jack desenfundó a Glodir y un destello de luz azul salió de la hoja, a su vez Delor desenfundó su Angamar y su hoja se ilumino con un color rojizo. Al instante de desenfundar las armas la habitación se ilumino con un color rojo y azul. Era una sala enorme de paredes negras, sin puertas ni accesos de ningún tipo, solo una puerta negra y de madera al final de la estancia. La sala presentaba seis columnas que sujetaban el techo. Todo era muy siniestro, encima de las columnas unas gárgolas amenazaban a nuestros protagonistas con las mandíbulas abiertas.
-Genial muchachos, si el ruido que causáis con vuestras botas no ha despertado a todos los horrores de este lugar, vuestras luces lo harán-Replicó Gysak.
-No te quejes Gysak, no todos tenemos ojos adaptados a la oscuridad-Dijo Delor.
-Bah.
-Amigos guarden su ira para el enemigo.
Dicho esto los tres se dirigieron hacia la puerta con un paso lento y cauto.
Al rato Jack y compañía habían llegado a la puerta. Jack se dispuso a abrir la puerta y en cuanto la toco un tremendo y estridente chillido despertó detrás de los compañeros. Las amenazantes gárgolas de las columnas habían despertado y se dirigían hacia ellos volando a la velocidad del rayo. Jack empuño con más fuerza a Glodir y lanzo un chorro de energía contra una de las gárgolas la cual cayó al suelo convertida en añicos. De las cinco que quedaban tres de ellas se mantuvieron en el aire, cautas de lo que pudiese pasar. Delor ensarto a una de ellas con Angamar mientras Jack le rebanaba el cuello a la otra. No se veía a Gysak, había desaparecido. Una de las gárgolas se tiro contra Delor el cual cayó de bruces contra el suelo la gárgola intentaba matar a Delor, pero Jack, raudo, mataba a la gárgola. Solo quedaban dos. Una figura rojiza salto desde una de las gigantes columnas hasta el lomo de una de las gárgolas, era Gysak, había escalado una de las columnas para acabar con las gárgolas. Gysak tenía las riendas de una de ellas, él condujo a la gárgola contra la otra. Gysak consiguió despedazar a la última de las gárgolas con su nuevo ``compañero´´. Ya solo quedaba la de Gysak, la cual se quedo petrificada una vez que Gysak desmonto.
-¿Donde aprendiste a escalar así?-Pregunto Delor mientras se levantaba del frio suelo.
-Soy un lince, ¿recuerdas?
-Tienes razón-Dijo Delor.
-Sigamos compañeros-Propuso Jack mientras se ponía frente a la enorme puerta de metal negro.
Jack tiro fuertemente pero la puerta no se abrió. Delor probo,… y no se abrió. Gysak probo,… y no se abrió. Estaba cerrada, ¿Cómo pasarían?
Entonces Delor dijo:
-Chicos, dejadme a mí.
Delor preparo su espada colocándola sobre la cabeza verticalmente y la impulsó hacia abajo con una fuerza tremenda. En cuanto la espada impactó contra la cerradura, la puerta se hizo añicos.
Se encontraban frente a una sala enorme, era tan grande que con la iluminación de las espadas no se alcanzaba a ver el techo, solo Gysak podía guiarse en una sala así.
-Recuerdo que es por esa puerta-Dijo Gysak mientras señalaba hacia la profunda oscuridad.
-¿Ves enemigos?-Preguntó Jack.
-No, pero no nos fiemos mucho-Respondió Gysak.
Jack y Delor seguían a Gysak a ciegas. Mientras andaban hacia la puerta él vio algo.
-Cuidado chicos, delante nuestra hay cinco muertos.
-Oh, vaya-Dijo Delor.
Entonces en la zona de luz que daban las espadas unos esqueletos aparecieron de sopetón. Dos de ellos eran simples esqueletos, los otros tres tenían carne en descomposición aun, desde luego unas criaturas así solo podían ser obra de un brujo perturbado. Jack se quedo petrificado ante tan terrorífica visión, mientras Delor se tiraba contra dos de ellos y los destrozaba con su espada. Gysak les arranco la cabeza a los tres restantes.
-¿Jack?¿Sigues ahí?-Pregunto Delor.
-Sí, lo siento, aun no me acostumbro a las cosas de este mundo.
-Pues ya va siendo hora muchacho. Sigamos-Dijo Gysak.
En cuanto atravesaron el umbral de la puerta se encontraron de lleno en una escalera de caracol que ascendía y bajaba.
-Señores, subamos-Dijo Delor haciendo una cómica reverencia.
Gysak iba primero, seguido de la luz azul de Jack y en la retaguardia Angamar de Delor. Los tres amigos subieron y subieron hasta que perdieron la noción del tiempo.
-Silencio,… Vienen enemigos, por detrás. Dejadme ver-Dijo Gysak.
Gysak se puso en la retaguardia del grupo y miro hacia abajo.
-Son incontables-Dijo Gysak con un nudo en la garganta.
-¿Qué?-Dijo Jack mientras enarcaba una ceja.
-Tienen golems. No sobreviviremos mucho si nos topamos con ellos.
-¿Qué aremos? Aunque consigamos subir hasta arriba y conseguir lo que queramos no podremos bajar-Dijo Jack.
-Lo sé,… Derrumbemos la escalera-Propuso Delor.
-¿Estás loco?¿Como volvemos?-Dijo Gysak.
-Cuando estemos arriba llamare a Sombra, mi caballo, puede volar, ¿recordáis?-Dijo Delor.
-Verdad-Dijeron Gysak y Jack al unisonó.
-Hazlo, vamos-Dijo Jack.
Entonces Delor desenfundó a Angamar y la clavó en el suelo mientras la sujetaba con fuerza.
-¡Vamos, id hacia arriba, ahora llegare!-Gritó Delor.
-Vale, ¡Ten cuidado!-Dijo Gysak el cual ya empezaba a correr hacia arriba-¡Vamos!
Delor agarro con más fuerza aun a Angamar mientras pronunciaba unas palabras en un idioma antiguo y extinto. Delor se concentró y una cegadora luz roja emanó del arma y destruyó la escalera. La escalera caía y se desquebrajaba, Delor se había pasado, la escalera se rompía hacia arriba y hacia abajo, asustado, Delor empezó a correr hacia arriba mientras la escalera se destruía tras él.
-¡¡¡Corred!!!-Grito Delor con la esperanza de que sus amigos le escuchasen. Pero Gysak y Jack estaban frente a una puerta que conduciría al despacho personal del Nigromante.
Gysak se disponía a abrir la puerta cuando Delor llego corriendo y se tiro contra la puerta, reduciéndola a añicos.
-¡Vamos!-Grito Delor empujando a Jack hacia dentro.
Todos estaban en el despacho, viendo como la escalera  por la que hace unos minutos habían ascendido se caía.
-Vaya,… Uf… Casi me pilla la escalera-Dijo Delor. Pero sus amigos no le prestaban atención. Se encontraban en una sala circular, no había paredes, todas estaban cubiertas por inmensas estanterías que llegaban hasta el techo, solo había una parte que no llevaba estanterías y era la ventana. Del techo colgaba una lámpara que emitía una luz azul muy siniestra. Un caldero en el centro de la sala borboteaba sobre un fuego verde, detrás del caldero había una mesa de madera negra, sobre la mesa había unos libros, unos papiros, un tintero y una pluma, apoyado en el escritorio, había un bastón de metal acabado en una bola de cristal negra. Era muy caótico, el desorden reinaba en esa sala, había libros y papiros a medio escribir en el suelo, Jack se fijo en especial en un libro abierto que había en una pequeña mesita bajo la ventana, el libro tenía unas formulas muy raras y unos dibujos aún más raros. En esa mesa también había unas  probetas con unos líquidos muy raros de diversos colores y olores. En teoría el fragmento de la llave debería estar sobre la torre.
Jack y Delor se dirigieron de inmediato a abrir la ventana, mientras Gysak curioseaba uno de los libros de hechizos:
-Vaya, esta magia es muy poderosa…-Dijo Gysak con un extraño resplandor en su cálida mirada.
-Ven aquí y ayuda maldito gato gigante-Dijo Delor abriendo la ventana.
-La llave está ahí arriba Gysak, eres el único que puede escalar has ahí…-Dijo Jack.
-Vale, ahora vuelvo-Dijo Gysak mientras salía de la habitación y escalaba el inclinado tejado.
-¡Bien Gysak, el fragmento debe de estar en la punta justo del tejado!¿Lo ves?-Dijo Jack gritando a Gysak desde la ventana.
-¡Sí, lo tengo!-Gritó Gysak desde el tejado.
-Perfecto… Baja con cuidado y buscaremos la forma de bajar de aquí-Dijo Delor.
Al minuto de decir eso, Gysak, ya entraba por el alfeizar de la ventana.
-Vale… Delor llama a Sombra, nos iremos volando-Dijo Jack con una voz extrañamente autoritaria.
-Claro-Dicho esto Delor se asomo a la ventana, sujetó un colgante hecho de piedra con la forma de la cabeza de un caballo y convocó a sombra mediante una oración.
Entonces Delor divisó un pequeño grupo de humanoides que se dirigían hacia el castillo del nigromante… Apenas se distinguían, pero él alcanzaba a ver sus estandartes… Eran orcos de la Hermandad del Drak, al menos treinta y un enorme capitán montado en un lobo huargo.
-Tenemos problemas
Jack y Gysak miraron por la ventana, y divisaron el terrible grupo se acercaba al castillo.
-Joder, ¿Quiénes son?-Preguntó Jack.
-Son orcos, de la Hermandad del Drak según sus estandartes y tabardos… ¿Qué hacemos?-Dijo Gysak
-No nos queda otra que luchar como podamos-Dijo Delor con un tono intranquilo
-Esperad, tiene que haber otro modo
-No, no lo hay Jack, no podemos escapar por las escaleras, y si salimos por la ventana tendremos que luchar-Rugio Gysak.
-Vamos a luchar…-Dijo Delor con voz seca, mientras su rostro se ensombrecía.
-¿Qué te pasa Delor?-Pregunto Jack extrañado
-¿Consigues ver a ese orco enorme de la armadura negra?-Dijo Delor mientras señalaba a un orco desde la ventana.
-Si
-Es el jefe de la Hermandad… El monstruo que acabo con mi familia y con mi hogar.
-¿Es él?
-Si, Jack, es él… Cada día de mi vida he soñado con poder arrancarle la cabeza de su cuello, para mi es una tortura tenerlo tan cerca y no atacar…
-Te comprendemos Delor, pero no podemos poner en riesgo la misión, ni los fragmentos, ni a Jack-Dijo Gysak con tono autoritario
-Tienes razón, lo siento Gysak, ¿Qué hacemos?
-Llama a Sombra, montemos y bajemos-Dijo Jack
-Vale, por favor necesito concentración, apartaos un poco-Dijo Delor mientras Gysak y Jack se apartaban un poco.
Delor comenzó a entonar una extraña oración, en un idioma inteligible, y entonces silbó.
Una enorme sombra se materializó en forma de caballo justo delante del alfeizar de la ventana. Entonces con un enérgico salto, Delor monto, mientras Gysak y Jack le seguían.
El descenso fue rápido, Sombra cabalgaba por el viento cual pájaro, Jack sentía el frío aire en la cara, una brisa que le animó y que le lleno de esperanza.
Entonces, cuando casi llegaban al suelo en el bosque, Delor, sin previo aviso salto de Sombra mientras le daba las riendas a Jack. Gysak y Jack gritaron al unísono ``NO´´… Pero era demasiado tarde, Delor ya había desenfundado a Angamar y había empezado a cargar contra el grupo de orcos, los cuales alzaron sus rodelas y prepararon sus cimitarras y sus hachas…
Lo último que Jack y Gysak alcanzaron a avistar, antes de que el follaje se lo evitara, fue a Delor gritando iracundo y a Angamar brillando sedienta mientras segaba la vida de su primer objetivo.
La montura siguió hasta el templo y allí se desvaneció.

viernes, 8 de julio de 2011

Mas Proyectos

Hola seguidores del blog, primero muchisimas gracias por vuestro apoyo y por leer el libro, de momento es algo pequeño pero voy escribiendo todo lo que puedo... Ahora si os parece en breve colgare una pequeña historia fantastica aqui al blog, a ver que os parece. Espero que os guste amigos!
Y de nuevo gracias!

PD:Viva la musica

viernes, 10 de junio de 2011

Capitulo 10

Capitulo 10:Adentrandose en las tinieblas
Jack se levantó asustado y aturdido de ese sueño tan extraño. Estaba con la mente en blanco. A los pocos segundos Jack, recuperó la noción del tiempo, raudo, se dirigió a una pequeña  mesita en la que recordaba haber visto un pequeño cuaderno y un bolígrafo. A tientas en la oscuridad de esa sala, Jack consiguió palpar el cuaderno y el bolígrafo, con una mano, temblorosa por los nervios, escribió en un papel:

Amigos, espero que leáis este mensaje urgentemente. Veleen me ha visitado en otro sueño y me ha dicho que vaya a Arcaria urgentemente, lo siento me voy, ah y por cierto Tron, muchas gracias por la hospitalidad. Me largo.
Adiós.

Jack soltó el cuaderno sobre la mesa y salió de la casa rápidamente. Raudo, subió al ascensor y marcó el piso de la azotea, y esperó ese pitito que indicaba que había llegado, al rato llego a su destino y salió del ascensor. Ahí tenía que establecer el portal a Arcaria. Jack se dispuso a crear el portal, pensó en el viaje y echó los brazos hacia atrás e impulso sus brazos hacia delante provocando que un rayo purpura y azul saliese de las iluminadas manos de Jack, en cuanto el rayo llego a el suelo se expandió tomando una forma redonda casi perfecta. Jack se dispuso a entrar, un paso, otro paso, y se metió dentro del portal. Jack sintió un fuerte tirón e inmediatamente se encontró en un claro, un claro de un bosque tremendamente verde, era hermoso, la luz caía sobre el claro y algunos rayos se filtraban entre las verdes ramas de los arboles cercanos, no sabía dónde estaba, pero le gustaba,… Un arroyo caía en una cascada generando un ruido sedante y relajador que amodorraba a Jack, necesitaba ese aire fresco. Jack inspiró tremendamente y tomo una gran bocanada de ese aire puro y limpio y entonces cerró los ojos y se dejo llevar por ese bosque, entonces un grito le despertó de ese ensimismamiento.
-¡Jack!, ¿eres tú?
-¿Quién lo pregunta?
-Soy Gysak
Entonces Jack se giró y en efecto, un lince muy fiero y grande andaba hacia él, apoyándose en los cuartos traseros.
-Me alegro de verte muchacho-Dijo el felino mientras le daba a Glodir.
-Yo me alegro de estar de vuelta, Gysak, ¿Cómo supisteis que me transportaría aquí?
-Veleen nos lo dijo antes de volver a S VII. Ahora móntate en mi lomo, tenemos que llegar rápido al templo.
-Como quieras, lindo gatito, jejejejeje-Rió Jack.
-Muchacho, te la estás jugando, jeje-Contesto Gysak.
Jack subió con algo de dificultad al lomo de Gysak, era muy difícil subir al lomo de un lince gigante la verdad. Una vez sentado cómodamente en la espalda de ese enorme felino, Gysak se adentro en la espesura del bosque de Dayder y empezó a hablar a Jack con una voz muy extraña.
-Jack, vamos al templo de Leildarad, lo fundaron los elfos y mis antepasados beornidas, hace muchísimo tiempo, ya más de mil años. Está en ruinas completamente, todos los beornidas del bosque encuentran ahí su refugio, ah, y no solo eso, también es la plaza fuerte de la hermandad de los druidas beornidas, desde allí se organizan todos los movimientos, tanto de druidas como de beornidas. Actualmente, el templo, está bastante vacio, muchos de nuestros mejores hombres, animales y druidas están  guardando al nigromante en el castillo de Zol´Garad. Las cosas están muy mal en ese castillo, el nigromante ha percibido el drástico cambio que has traído al equilibrio, y sus poderes están volviendo a la vida. Está encerrado en un calabozo especial, el problema es que sus fuerzas están liberadas por el castillo, desde orcos hasta espectros, es realmente extraño. El ejercito del nigromante expulsó a nuestros chicos del castillo, ahora simplemente lo guardamos. Hay algo que nos preocupa mucho, hace un par de lunas avistamos a unos cuantos agentes de la hermandad del Drak, eso nos ha asustado muchísimo. Prepárate, pronto llegaremos.
-Genial, pronto veré a mis amigos.
-Han pasado dos semanas desde tu partida, y los dos elfos se fueron de Dayder, le requieren en una misteriosa reunión elfa, pasaran unos días en su hogar.
-Maldición.
-No maldigas joven Jack, yo os ayudare a entrar en el castillo. Ya estamos.
Dicho esto, Jack, avistó un enorme complejo de piedras y muros destruidos, había seres moviéndose dentro del complejo, las plantas trepaban por los muros, y un fuego estaba encendido en el centro de un circulo de rocas puestas a posta. Después de un último sprint por parte de Gysak, ambos, se encontraban bajo un radiante sol que iluminaba el tostado pelaje del lince, y las piedras de lo que antaño fue un hermoso templo elfo. Una vez parados, Jack, descabalgó de Gysak y anduvo hacia el templo. Jack estaba a punto de llegar al templo cuando una figura salió de entre las rocas y corrió hacia él.
-Al fin amigo mío, han pasado dos duras semanas-Dijo Delor.
-Hola amigo, yo también me alegro de haber vuelto, ahora cuéntame qué tal va la cosa.
-Gysak, habéis llegado rápido, Souler te espera, no me ha querido decir para qué, pero creo que se trata de algo relacionado con los soldados-Dijo Delor mientras se dirigía a Gysak.
-Genial-Dijo Gysak mientras galopaba hacia el interior del templo.
Delor y Jack se encaminaron hacia el interior del complejo.
-Ah, se me olvidaba comentártelo, Bek y Shayla están fuera…
-Sí, ya me lo explico Gysak. Solo somos dos para el castillo.
-No, Gysak nos acompaña, por cierto, partiremos mañana temprano.
El tiempo paso rápidamente mientras Jack estuvo en el templo. Conoció a Souler, uno de los comandantes del lugar, su transformación era de un enorme león negro. Jack vio combatir y entrenar a los beornidas, tenían un modo extraño de combate, mezclaban los golpes físicos, con ataques rápidos de navajas y espadas curvas, también usaban mucho las piernas, tanto para confundir como para atacar, era realmente curioso, ya que a veces se convertían en animales sin avisar y mordían y arañaban, o coceaban, Jack se quedo alucinado al verlos combatir entre sí, también se dio cuenta que eran muy honorables y respetuosos.
Jack comió con los beornidas, su dieta se basaba en frutas y carne, la verdad, aunque él prefería otras cosas, esa comida no estaba nada mal, la carne quizá un poco cruda, pero le pareció normal tratándose de semi-animales.
Después de una suculenta cena y de muchas risas e historias, Jack, se fue a dormir. Los beornidas le condujeron a una barraca en la que había unas cómodas hamacas, Jack se tiró sobre una y al rato, ya estaba durmiendo… y soñando.
Jack estaba de nuevo de pie sobre ese suelo metálico, de nuevo frente a esa cámara. El humo lo volvía a envolver todo con su siniestra y fría mano, la tenue figura de un cuerpo anciano, esquelético y demacrado se alzaba de la cámara, Jack solo distinguía su forma, pero supuso que se trataba de Veleen. Por culpa del humo no distinguía el resto de la estancia, pero sabía que se encontraba en la pasarela del sueño anterior. El anciano se aproximo a él con un paso lento. Jack espero a que se acercase. Ya estaba muy cerca pero él no distinguía su rostro, el humo era muy espeso. Al fin pudo distinguir el rostro de Veleen, tanto su cuerpo como su cara tenían un aspecto muy malherido, solo sus ojos, que se mantenían fuertes e incansables, le daban un pequeño toque de vida humana al cuerpo demacrado que Jack tenía en frente.
-Jack,… Cada día que paso aquí dentro es una t-tortura.
-¿Cómo?, Veleen, esto es un simple sueño.
-¿A caso alguna vez han sido tus sueños simples?.
-No, pero…-Dijo Jack sin saber que responder.
-Ahora hazme caso, te debo una gran explicación.
-Pues comienza por favor.
Veleen se aclaro la garganta y:
-El día que te lleve a casa de Tron, ocurrió una cosa, cuando salí de allí y fui a investigar la llave, conseguí convertirme en un guardia y llegar hasta el sitio, pero algo paso, unos hombres vestidos de negro bajaron de unos helicópteros y empezaron a disparar contra nosotros, eran de Voltec. Ellos volvieron al helicóptero con la pieza de la llave. Mis ``compañeros´´ murieron, así que me quite el hechizo y salí volando hacia ellos, me enganche en el helicóptero y espere…
-Sí, ¿y después?.
-Llegamos a la torre más alta de Nueva York, la torre Voltec. Una vez allí el helicóptero subió hasta el atico y aterrizo allí, los hombres bajaron del helicóptero con el fragmento y se unieron a un grupo de cuatro guardias que, al parecer, les estaban esperando. Yo me escondí detrás del helicóptero y cuando me dispuse a seguirlos, desaparecieron tras una puerta automática, no me podía arriesgar a usar la magia para abrirla, es peligroso usar magia potente en este mundo. Me quede en la azotea pensando, y pensando sobre cómo recuperar el cristal cuando el jefe de Voltec, Jonathan Mason, se apareció delante de mí, salió de la nada.
-¿Cómo?.
-No te lo he dicho por qué me avergüenzo de eso, Jonathan Mason, o como de verdad se llama, Valafard Leizer, es mi hermano.
-¿Cómo es posible?.
-Jack, nacimos de la misma madre, ambos deseamos lo mismo, pero de diferentes modos, ambos deseamos el equilibrio solo que él desea controlarlo, Jack, mi hermano era antes una buena persona pero se corrompió, y tenemos una extraña conexión que nos permite saber dónde está el otro en cualquier momento, yo no sabía que estaba en ese edificio porque mi mente estaba saturada intentando resolver el enigma al que me enfrentaba. Ahora no puedo explicarte toda la historia, Delor no tardara en despertarte.
-Prosigue.
-Mi hermano y yo, hablamos largo y tendido sobre el equilibrio y la llave, charlamos hasta que sus hombres llegaron, me apresaron y me metieron donde estoy ahora, en esa maldita cámara de sueño. No te estoy pidiendo que me rescates, pero sí que tienes que venir y conseguir el fragmento. ¿Entendido?.
-Entendido.
-Jack, te estoy diciendo que me prometas que pase lo que pase y veas lo que veas en tus sueños, no vengas a rescatarme, es muy peligroso, ¿entendido?.
-Vale, lo prometo.
Dicho eso, el sueño se desvaneció y volvió a aparecer el tenue resplandor verdoso y amarillento de la barraca en la que se encontraba Jack.
-Jack,… Jack,… ¡Jack!, despierta muchacho-Dijo Delor mientras le sacudía.
-Ho-Hola amigo-Bostezó Jack mientras se estiraba.
-Vamos muchacho, vístete, coge a Glodir y prepárate para marchar, el castillo esta algo alejado y no tenemos tiempo, ¡Vamos!-Dijo Delor con una inusitada energía.
-Vale, que nochecita, vaya…
-Espero que estés preparado para luchar.
-Siempre lo estoy.
-Vaya frase,… Bueno, Gysak nos espera, vamos.
-Vale ya estoy vestido-Dijo Jack saliendo de la barraca.
-Al fin Jack. Vamos muchachos, vuestras monturas están en la salida del templo, ¡Vamos a descuartizar orcos jajaja!-Dijo Gysak.
Los tres amigos salieron del templo. Los humanos montaron en sus caballos, Delor en su gran caballo negro y Jack monto en un alto corcel blanco, era un animal muy noble, mientras que Gysak adoptaba su forma cuadrúpeda.
-Seguirme muchachos, es muy posible que nos encontremos algunos enemigos. Souler me conto ayer que un tal Draztal Grunfoold, estaba liberando a los miembros de la hermandad del Drak que hay en las dispersas cárceles de este bosque. Dicen que Draztal es un poderoso y cruel orco, dicen que es el líder de…
-La hermandad del Drak-Concluyó Delor-. Gysak, él mató a mi familia y destrozo todo el pueblo en el que me crie, y no solo eso también mato al líder de mi pueblo, al gran Arcangel, nuestra deidad, de ahí saque a Angamar, y jure venganza-Dicho esto los vidriosos ojos de Delor brillaron con una intensa llama de rabia.
-Lo siento Delor, no sabía que…
-Lo sé, solo os advierto una cosa, si él está ahí, no podre controlar mi ira.
-No te juzgaremos por ello, tranquilo-Dijo Jack tranquilizadora mente.
Dicho esto los tres amigos partieron del templo en un sepulcral silencio. Los pájaros piaban y las flores cantaban, la brisa que pasaba entre los hermosos arboles creaban una maravillosa sinfonía que los trasladaba al paraíso. El sonido de la naturaleza amodorraba a Jack, el cual cabeceo mientras cabalgaba.
Unos ruidos misteriosos se alzaron desde los laterales del camino.
-¿Quiénes son?-Grito Jack sacando su arma.
-Son elfos, salvajes, claro.-Dijo Gysak alzándose sobre sus cuartos traseros.
-¿Nos atacaran?-Pregunto Delor-Llevo mucho sin venir por aquí.
-Nos atacaran, eso está claro, pero podremos.
Al instante unas figuras altas y enfundadas en capas negras se lanzaron sobre ellos. Los elfos eran bastante numerosos, al menos veinte asaltantes. Delor se lanzo contra un pequeño grupo de tres elfos, los cuales cayeron bajo dos simples mandobles de Angamar. Gysak dio un energético salto sobre dos de ellos, y los ataco por la espalda. Jack se encaraba a un par de ellos, mientras esquivaba y paraba golpes, una certera estocada de Delor, perforo el corazón de uno de los oponentes de Jack, el otro huyo bosque adentro junto con otros dos elfos, los demás habían caído, misteriosamente, bajo las garras de Gysak.
-¿Cómo has podido doce contrincantes, en tan poco tiempo?
-Subestimas la magia de los beornidas Jack.
-Vaya-Dijo Delor con asombro.
Dicho eso, los tres amigos marcharon hacia su inevitable destino, el castillo del nigromante ya no quedaba lejos.
Las horas pasaron y la mañana dio paso a una tarde naranja. Jack había comido un poco de pan a modo de almuerzo, estaba cansado y hambriento, cuando al fin llegaron a la cerca que franqueaba el castillo. Descabalgaron sus monturas y se dirigieron a pie hacia el castillo. Era un gran edificio gris y negro, unos gruesos muros de piedra gris oscuro y unas tremendas puertas metálicas de color negro le daban un toque muy siniestro y maligno al lugar. Parecía que dentro de la cerca todo lo que crecía, crecía marchito y seco, no había plantas ni arboles solo unos brezales grises. Con un paso lento los tres compañeros llegaron a la puerta.
-Gysak, gracias, pero a partir de aquí no tienes porque continuar.
-Delor, no me iré. Souler me explico que hace unos días se encontraron a dos de nuestros hombres clavados en estacas en la puerta del cerco, esto ya es personal, te lo aseguro.
-Como quieras. Ya es hora de adentrarse en las tinieblas.
Dicho esto Jack abrió la puerta, una fría ráfaga de aire salió de la impenetrable oscuridad del interior del castillo. Jack tenía la sangre helada, pero aun así, se armo con toda su valentía y entro en el castillo dejando así que la oscuridad lo abrazase y envolviese en sus entrañas. Delor y Gysak lo siguieron hacia la oscuridad, con ese simple acto, ambos, le demostraron a Jack que su lealtad es lo suficientemente grande como para seguirle hasta la mismísima muerte.

Capitulo 9

Capitulo 9:Problemas
Al rato una luz azul les cegó, Veleen estaba allí de nuevo.
-Hola compañía, Jack tenemos que irnos, Gysak, lleva a los demás al templo del bosque, vamos Jack haz un portal, te esperare el viernes en tu casa, claro que, el viernes en S VII-Dijo Veleen autoritario.
Jack hizo un portal mientras los otros hablaban de los futuros planes, una vez hecho se metió dentro. Al instante estaba en ese antiguo campanario del minarete en Dair Park. Miro el reloj de pulsera y vio que solo habían pasado tres horas desde la última vez que estaba allí, unos gritos de batalla se escuchaban abajo. Jack miró hacia abajo asomándose por la barandilla. Una enorme batalla se libraba abajo, un enorme grupo de milicianos de la antigua Sevilla atacaban con explosivos incendiarios caseros y con armas balísticas, eran muchos, el ejercito, se cubría tras las paredes de la catedral eran un grupo muy reducido pero sus armas eran mejores. Mientras miraba el cielo nocturno del cual solo se veía una tenue luna detrás de esa espesa capa de contaminación, Jack, pensaba en como bajar y pasar sin ser visto. No sabía qué hacer.
Jack cogió su rifle y su pistola, y empezó a bajar la rampa. Tardo al menos quince preciosos minutos en bajar. Una vez abajo, Jack, abrió la puerta con sigilo y se deslizo hacia la cámara principal de la catedral, desde ese punto alcanzaba a ver la puerta a la que tenía que llegar. Apostados en una barricada sobre un enorme agujero en la gruesa pared, había al menos, veinte soldados del ejército. Jack empezó a caminar por detrás de los soldados intentando no ser visto, ni oído. Al fin llego a la puerta y con gran sigilo atravesó la puerta. Se encontraba ante una calle ancha, rodeada por edificios metálicos, al fondo vio la puerta abierta del piso por donde entraron a Dair Park.
Unos gritos por su espalda le asustaron mientras se dirigía hacia su escapatoria, Jack giró la cabeza y una bala le paso algo por encima del pelo, los milicianos sabían de su presencia allí, pero no iban vestidos como milicia sino como asesinos, llevaban gabardinas y chaquetas de cuero, portaban armas balísticas como subfusiles y pistolas, uno de ellos llevaba la insignia de Voltec en el pecho. Eran mercenarios de Voltec, venían a por Jack y a por la llave.
Jack se escondió tras unos escombros, eran cinco hombres contra él, pero el al menos tenia mejores armas y una mejor posición, quizás podría vencerlos.
Oculto en su posición, Jack, recibía las balas del enemigo, armándose de valor saco un brazo con su rifle y empezó a disparar a bocajarro, al quinto disparo un tremendo y desgarrador grito de dolor se alzó desde la garganta de uno de los oponentes, lo que indicó que Jack había eliminado a uno de los cinco. Una bala rozó el hombro izquierdo de Jack, solo fue una pequeña rajita, pero ardía como si el demonio mismo estuviese echando su ardiente aliento sobre la herida. Jack siguió disparando y acertó a dos más, tres eliminados, dos en pie. Jack se levantó de su escondrijo y disparo a los enemigos que le quedaban, elimino a uno, el otro le disparo a una pierna y Jack cayó.
Desde el suelo le dio en el cuello al último hombre. La pierna le sangraba y le dolía, no era nada grave, pero le costaba andar. Apoyando sé en el rifle a modo de muleta, consiguió al fin, salir de Dair Park. Pasaron los largos y tediosos minutos en ese paramo desolado, cuando al fin, llego a la estación de Dairfield.
Jack cogió el primer tren que salía hacia Venice, gastó todos los pocos créditos que le quedaban en el bolsillo. Mientras miraba la oscuridad del túnel por el que iba el tren, Jack cogió su teléfono móvil y llamó a John.
-Hola John, ya he vuelto, ¿Dónde estás?
-Hola macho, estoy en Estados Unidos, si tío es la leche, estoy en el país que ha conquistado medio mundo, jeje. Veleen me dijo que te esperaría en casa, yo estoy aquí con un nuevo compañero, se llama Tron, Veleen te explicara todo lo que tienes que saber, ¿ok? Adiós-Se despidió John.
-Espera,…-Dijo Jack, pero John ya había colgado.
Las largas horas pasaron en ese aburrido y andrajoso vagón. Las sillas estaban la mayoría ``graffitedas´´, parte del suelo estaba descolchado, del techo colgaban unas lámparas rotas y antiguas, había muy poca gente en el tren, ya nadie se acercaba a Dair Park, a parte de una anciana envuelta en una manta y un gordo que mascaba chicle, no había nada ni nadie más interesante en el vagón.
Las horas pasaron y al fin el tren se detuvo en la estación de Venice, Jack bajo apresurándose. Una vez salió de la estación, se dirigió a toda prisa hacia su casa, ya hacía tiempo que había amanecido, de hecho ya estaba entrando la tarde. Al rato llego a su casa. Un hombre con un smoking azul, botas blancas, gafas de cristales tintados y pelo blancuzco le esperaba leyendo en un banco cercano a su residencia.
-Hola Veleen, bonito conjunto-Dijo Jack mientras expulsaba una enorme bocanada de aire,
-Jeje, lo compre en el centro de Venice, a mí también me gusta, bueno, hola de nuevo Jack-Dijo a modo de saludo el anciano.
-Vale, estoy aquí, después de casi acabar muerto, aquí estoy, ¿Qué me tienes que contar?-Dijo Jack señalando los agujeros en el hombro y la pierna.
-Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso-Con un movimiento de la mano cerró los agujeros de Jack, la magia era magnifica-. Ya sé dónde está el último fragmento, está en Estados Unidos, creo que en la estatua de la libertad, ya te lo diré una vez que estemos allí, nos esperan Jack y Tron, tu nuevo compañero. Tron te caerá bien, es muy buena persona y un buen hacker, es un poquitín arrogante pero, nada.
-Vale, a Estados Unidos, si te soy sincero, no quiero seguir viajando, agradecería que me transportases-Dijo Jack.
-Perfecto.
Dicho esto Veleen se agarró a Jack y ambos se transportaron a un ajado piso de soltero.
-Hola-Saludo John mientras abrazaba a su amigo.
-Hola John-Dijo Jack-. ¿Qué sitio es este?
-Esta es mi casa, soy Tron-Dijo un muchacho de pelo negro, llevaba unas gafas tintadas, una perilla decoraba su mentón, poseía una nariz aguileña y era delgado y fibroso, vestía una chupa vaquera y unos pantalones vaqueros.
-Hola Tron, encantado, bueno ya tenemos cuartel general en Estados Unidos. ¿Esto es Nueva York?
-Sí lo es, para ser más claros, esto es Brooklyn, y creo que nuestra misión es en la Liberty Island, así que bueno, es buena posición-Dijo Tron con una voz potente y cavernosa.
-Sí que lo es Tron, tenéis que entrar en la estatua y conseguir el fragmento de la llave, se encuentra en su antorcha, os doy un día para organizaros, mañana por la noche lo llevareis a cabo, ahora tengo que ponerme en marcha, la mañana del Viernes estaré aquí, el trabajo que nos queda en S VII es corto, vamos-Dijo Veleen e inmediatamente se esfumó.
-Vale, tenemos un maldito día-Dijo John algo nevioso.
-Tranquilos, desde que Veleen dijo lo de la estatua e ideado un gran plan, lo sé, soy un genio-Dijo Tron con algo de chulería.
-Vale, genial, pero si no te importa, estoy sediento-Dijo Jack.
-Tranquilo-Dijo John mientras le lanzaba una cerveza.
Jack la abrió y empezó a beber a grandes sorbos.
-Vale, os explicare el plan.
-Bien, vamos-Dijo Jack dándole un último sorbo a la cerveza.
-Genial, he pensado un plan, y si lo he pensado yo es que no puede fallar-Dijo Tron mientras sonreía-. Es sencillo, yo cortare la luz de la estatua, y a ser posible de toda la Liberty Island, vosotros os tenéis que infiltrar en la estatua y  llegar hasta la antorcha, una vez allí no sé que pasara, pero bueno, es un plan con unos buenos cimientos.
-Sí, lo es la verdad, pero necesitamos armas, y sigilosas a ser posibles-Dijo John.
-Tranquilos hermanos, Tron lo tiene todo controlado, tenéis dos pistolas de 10mm con silenciador y un subfusil de 25mm con silenciador y mirilla, tengo contactos-Dijo Tron mientras alzaba la cabeza.
-Genial, mañana por la noche lo llevaremos todo acabo, mientras saldremos por Nueva York, ¿no?-Dijo Jack.
-Lo siento tío, no puedes salir, La Iglesia de Voltec es más fuerte aquí que en cualquier otro lugar, no podemos arriesgarnos-Dijo John apoyando una de sus manos en el hombro de Jack.
-Vale.
-Nosotros tenemos que salir Jack, tenemos que ir a comprar equipamiento para mañana. El baño está ahí por si quieres darte una ducha-Dijo Tron mientras señalaba una puerta situada en un pasillo.
La puerta se cerró tras los dos muchachos dejando a Jack solo. Jack miro hacia donde estaba el baño, antes de entrar a ducharse, probó las demás puertas, estaban todas cerradas, al no poder hacer otra cosa activó el agua caliente y empezó a quitarse la ropa. Mientras el agua de la ducha caía sobre su cuerpo, Jack, pensaba en todo lo que le deparaba el futuro. ¿Qué sería  de su vida?¿Moriría antes de acabar esa aventura?¿Donde se quedaría al acabar todo eso?¿Arcaria o S VII?
De repente un enorme dolor de cabeza empezó a aquejarle. Recién salido de la ducha, se enfundo en una toalla y se dirigió al salón, puso la televisión y empezó a cambiarse. La tele no decía nada interesante, los comunistas chinos habían acabado con una base de los estadounidenses, unos quinientos muertos, una estrella de cine había tenido un hijo nuevo. Aburrido, Jack se tumbo en el sofá(muy cómodo por cierto) e inmediatamente se quedo dormido.
Los sueños le envolvieron. Estaba en una ciudad masacrada, las casas que anteriormente tuvieron una piedra de color marrón estaban ahora derrumbadas e incendiadas, unos gritos y tambores de guerra sonaban cercanos. Jack siguió caminando por una calle en llamas hasta llegar a lo que fue antes del asalto que se había llevado a cabo, un gran mercado, al final del mercado había unos pocos hombres armados ofreciendo una resistencia desde la escalinata de un templo, entonces Jack lo supo, estaba en Blaan. La ciudad estaba siendo atacada, por orcos, trasgos, goblins(un tipo de orco, más inteligente y más pequeño su piel es muy morena), ogros y ogoblins(una malvada mezcla entre orcos y goblins, estos son más altos, fuertes e inteligentes que los orcos normales, también son más morenos por lo cual resisten mejor una prolongada exposición al sol). Ese enorme ejército de criaturas atacaban a un grupo de unos cincuenta hombres. Desde la escalinata uno de ellos empezó a lanzar contra el enemigo bolas de fuego y escarcha, estos poderosos hechizos sembraron el caos, el miedo y la ira entre el enemigo, mientras una gran lluvia de hechizos caía sobre el enemigo, lo humanos empezaron a organizarse, lanzas con escudos delante, espadas en medio y arcos detrás, con esta formación se tiraron contra el enemigo con valor y fuerza. Los dos ejércitos empezaron a luchar entre sí, las flechas silbaron y los metales entre chocaron, los escudos se quebraron y las lanzas se rompieron, los cuerpos muertos y sin vida cayeron al suelo haciendo un extraño piso de acero y carne. El ejercito que asaltaba Blaan superaba a los hombres, eran muchos. Los hombres intentaban combatir, pero apenas resistían, a pesar de tener mejores armas los asaltantes les vencían, y uno a uno, fueron cayendo hasta que solamente quedaba ese anciano hombre que lanzaba eso terribles hechizos a diestro y siniestro. Jack miró fijamente al anciano, de lejos no lo reconocía pero, se parecía a Veleen, entonces el anciano creó un escudo de energía por el cual no podían pasar los enemigos. El misterioso anciano giró la cabeza hacia Jack y le guiño un ojo, entonces, con un intenso y deslumbrante rayo azul se convirtió en un dragón, un dragón enorme, de un color azul zafiro, unos ojos azules también, centelleaban de ira en unas cuencas rodeadas por escamas, dos tremendas alas dentadas de un color azul grisáceo, es extendían desde el cuerpo musculoso del tremendo dragón que no hacia ni dos minutos era un simple anciano envuelto en una capa ajada por el tiempo. Entonces Jack despertó.
-Hola dormilón-Dijo John entrando en el apartamento acompañado de Tron.
-Hola amigos, ¿Qué tenemos que hacer ahora?-Pregunto Jack despertándose.
-Pues esperar a que llegue el viejo y después hacer lo que sea, Veleen me dijo que si no venia antes de las veintitrés cero cero exactamente, nos largásemos-Dijo Tron-Ya os explique el plan, yo desconecto la corriente y ustedes se infiltran.
-Eso aremos, pero, hemos preparado una cosilla, ahora en vez de entrar, nos dejaremos caer desde un avión-Dijo John.
-Vale, uff… Vale, otra vez a las alturas-Dijo Jack con un aspecto cansado-Anda dadme algo que me despierte.
Una vez dicho esto Tron le tiró una cerveza, él prefería el hidromiel, pero eso no existía en S VII.
El resto de la tarde transcurrió tranquila mientras Jack les contaba sus aventuras por Arcaria.
Eran más de las diez y Veleen no llegaba, los muchachos ya se preparaban para salir, Tron preparaba su ordenador, John cogía un par de pistolas de 10mm y un subfusil automático y Jack cogía una navaja, una pistola y el rifle laser. Las once llegaron y Veleen no apareció, así que se prepararon para salir.
-John, coged el ascensor hasta el ático, ahí estará el helicóptero, mientras yo apagare las luces, vamos, vamos ¡Vamos!-Dijo Tron.
-OK-Respondió John por unos pequeños micros que llevaban colocados en la oreja.
Los dos amigos salieron a un rellano muy ajado y sucio e inmediatamente montaron en un ascensor muy cutre de color oro, John marco el piso del ático. Al cabo de un minuto estaban arriba, un cielo contaminado y sin estrellas se alzaba sobre ellos como una misteriosa capa. Allí en el tejado había un helicóptero sin piloto, Jack supuso que lo comandaría un droide programado. Los dos compañeros entraron en el helicóptero e inmediatamente se puso en marcha. Jack miró a Nueva York desde ese punto pero solo se veían los picos de los grandes rascacielos. Al cabo de un rato se avistaba la Liberty Island desde ahí arriba, Jack y John se prepararon para saltar. La voz del robot que controlaba el aparato dijo ``Ya pueden saltar´´ y en ese preciso instante las luces de la estatua se apagaron, Tron había hecho un buen trabajo, entonces Jack y John saltaron. El aire frio penetro en el traje de neopreno de Jack, por suerte su cara estaba preparada para resistir ese aire. Se aproximaban a la antorcha y entonces abrieron sus alas, casi como si fuesen por raíles se dirigieron a la antorcha directamente. Los dos amigos llegaron a la antorcha, la estatua lucia muy hermosa desde ahí arriba. Jack escaló un poco más hasta la punta, y se preparo para coger la llave, pero no estaba ahí, era imposible, habían visto por medio de unas imágenes captadas por un potente satélite la llave, pero ahora no estaba, era muy raro entonces:
-Chicos tenemos un problema, el sistema desde el cual se encienden las luces de Liberty Island están ahí arriba, maldición nunca pensé que estuviesen ahí arriba-Dijo la voz de Tron a través de las radios.
-Pues nosotros sí que tenemos un gran problema, no está la llave y sospecho que la tiene Voltec, maldición-Dijo Jack.
-Vale, después nos preocupamos de eso, ahora tenéis que escapar de allí y rápido, se acercan unos soldados y vendrán más, tendréis que bajar, o al menos resistir hasta que programe el dron del helicóptero para que vuelva-Dijo Tron por la radio.
-Bien, Jack baja de la antorcha poco a poco, resistiremos aquí-Dijo John mientras bajaba.
Después de una bajada de infarto, Jack y John prepararon sus armas.
-Chavales vienen dos, pero hay más, si en unos cinco minutos no está la luz bien, vendrán más, estad alertas por favor-Dijo Tron por la radio.
-OK, Jack prepárate, yo me encargare de estos con el subfusil.
-Genial, yo me pondré aquí detrás, por si vienen más-Sentenció Jack mientras se posicionaban. Unos pasos se escucharon detrás de una puerta metálica desde la que se accedía al interior de la estatua, entonces la puerta se abrió, dos hombres armados con pistolas de 9mm y linternas se acercaban, con sigilo, John, abrió fuego contra ellos, casi al instante dos inaudibles disparos acabaron con la vida de esos guardias.
-Bien hecho, pronto subirán mas-Dijo la voz de Tron desde la radio.
-OK-Respondieron John y Jack.
Los dos amigos seguían en sus posiciones, Jack comprobaba su rifle laser una y otra vez mientras John jugaba con sus pistolas. Una voz difuminada salió de los cuerpos.
-Ray, Socker, ¡¿Y la puta luz?! Ray,… Socker,… Responded, oh, ¡mierda!-Dijo una voz muy difuminada desde la radio de uno de los guardias-Vamos para allá, resistid, si es que seguís vivos.
-Mierda, se dirigen cinco hombres hacia vosotros, se quedan diez abajo, tened precaución-Dijo Tron.
-Vale, Jack prepara el rifle-Dijo John.
-Sí, intentemos no armar ruido-Dijo Jack.
Al rato unos apresurados pasos se escucharon desde la puerta que daba a las escaleras.
-¡Rápido Jack, cierra la puerta!-Gritó John.
Jack corrió hacia la puerta y raudamente la cerro y la atranco con una barra de hierro que la cruzaba horizontalmente.
-Les costara pasar-Dijo Jack mientras se retiraba a su posición.
Entonces se escucharon unas voces provenientes de detrás de la puerta, estaban pidiendo ayuda a gritos.
-Chicos, no sé que habéis hecho, pero se acerca todo el regimiento hacia vosotros, suerte que el helicóptero está en camino, tenéis que resistir dos minutitos más-Dijo Tron.
-Genial, voy a darles un regalito-Dijo John mientras se acercaba a la puerta de hierro con un artefacto redondo y plateado en la mano.
-¿Qué haces John?-Preguntó Jack.
-Estoy colocando una bomba trampa, derribara la entrada y no podrán pasara a esta zona en un tiempecito-Dijo John riendo.
-Vale haz lo que quieras pero hazlo rápido, creo que ya veo el helicóptero.
-Ok, ya esta-Dijo John.
Un circulo de metal brillaba en la puerta, dicha bomba empezó a emitir un ruidito, pi,… pi,… pi,… pi,… piiii,… y entonces estallo convirtiendo la puerta en un amasijo de escombros y metales. Un ruido de hélices saco de su ensimismamiento a Jack y a John, el helicóptero había llegado al fin. Los dos muchachos se subieron al helicóptero y volvieron hacia Brooklyn.
Al rato llegaron al rascacielos, los muchachos se metieron en el ascensor y marcaron la planta de Tron, él les esperaba con la puerta abierta.
-Entrad, vamos-Dijo Tron.
Los tres compañeros entraron y se sentaron al sofá.
-Decidme, ¿Qué ha pasado?
-No sabemos Tron, no estaba el fragmento, no sé qué ha pasado-Dijo Jack algo alicaído.
-Bueno, tendremos que esperar a Veleen para que nos explique todo, ahora a descansar, Jack, tu duermes en el sofá-Dijo John.
Tron y John desaparecieron por el pasillo hablando de lo sucedido en la estatua mientras Jack se tumbaba sobre ese sofá. Estaba muy cansado, al rato se durmió y empezó a soñar.
Se encontraba en una sala de paredes y techo metálicos, se encontraba en una pasarela de metal sobre una caída sin fin, las paredes metálicas caían y caían hasta perderse en la oscuridad, unos focos pegados a unas barandillas iluminaban la pasarela, detrás de Jack una puerta metálica cerrada a cal y canto le separaba de otra sala similar, al fondo de la estancia una puerta abierta daba a un balcón de mármol desde el que se veían las estrellas, pero lo más extraño de la sala estaba en el centro de la pasarela, una enorme cámara de metal con cristales blindados, inundaba de humo toda la estancia, era una cámara de incubación, ahí dentro había algo o… alguien. Jack se acerco con cuidadosos pasos a la cámara y miro a través del cristal, no se veía nada, el cristal estaba empañado. Jack se dispuso a abrir la cámara, primero lo intento por medio de la fuerza, pero su esfuerzo fue en vano, siguió intentado abrirla hasta que encontró un panel de mando, inmediatamente cogió el panel pulso el botón que, en teoría, debía de abrir la cámara. La cámara se abrió con un sonido chirriante y el humo inundo la sala, una vez se fue el humo Jack se acerco a mirar, un hombre viejo y desnudo estaba ahí dentro, presentaba un aspecto cadavérico y deteriorado, una mascará ocultaba su rostro y le mantenía con vida mientras la cámara estuviera activa, un pelo gris y largo salía de la parte de arriba de la mascará, la visión de ese cuerpo, que a pesar de seguir vivo, estaba más muerto que vivo, horripilo a Jack tremendamente, entonces armándose de valor, retiró la mascará de la cara, Jack se quedo asombrado con su hallazgo, ese cuerpo casi muerto, era Veleen. Veleen abrió los ojos lentamente, y al ver a Jack su cadavérica boca dibujo una sonrisa en sus labios.
-Hola muchacho-Dijo con una voz extrañamente clara.
-¿Veleen?-Dijo sorprendido Jack.
-Sí, soy yo, te explicaría que es esto pero es muy complicado, tienes que ir a Arcaria, te prometo que te lo explicare todo, quiero que partas a Arcaria inmediatamente, deja una nota a Tron y a John y ve a Arcaria, puedes hacer un portal en la esquina este de la azotea rápido-Dijo la voz de Veleen mientras la visión de esa sala se iba de la mente de Jack.