viernes, 10 de junio de 2011

Capitulo 10

Capitulo 10:Adentrandose en las tinieblas
Jack se levantó asustado y aturdido de ese sueño tan extraño. Estaba con la mente en blanco. A los pocos segundos Jack, recuperó la noción del tiempo, raudo, se dirigió a una pequeña  mesita en la que recordaba haber visto un pequeño cuaderno y un bolígrafo. A tientas en la oscuridad de esa sala, Jack consiguió palpar el cuaderno y el bolígrafo, con una mano, temblorosa por los nervios, escribió en un papel:

Amigos, espero que leáis este mensaje urgentemente. Veleen me ha visitado en otro sueño y me ha dicho que vaya a Arcaria urgentemente, lo siento me voy, ah y por cierto Tron, muchas gracias por la hospitalidad. Me largo.
Adiós.

Jack soltó el cuaderno sobre la mesa y salió de la casa rápidamente. Raudo, subió al ascensor y marcó el piso de la azotea, y esperó ese pitito que indicaba que había llegado, al rato llego a su destino y salió del ascensor. Ahí tenía que establecer el portal a Arcaria. Jack se dispuso a crear el portal, pensó en el viaje y echó los brazos hacia atrás e impulso sus brazos hacia delante provocando que un rayo purpura y azul saliese de las iluminadas manos de Jack, en cuanto el rayo llego a el suelo se expandió tomando una forma redonda casi perfecta. Jack se dispuso a entrar, un paso, otro paso, y se metió dentro del portal. Jack sintió un fuerte tirón e inmediatamente se encontró en un claro, un claro de un bosque tremendamente verde, era hermoso, la luz caía sobre el claro y algunos rayos se filtraban entre las verdes ramas de los arboles cercanos, no sabía dónde estaba, pero le gustaba,… Un arroyo caía en una cascada generando un ruido sedante y relajador que amodorraba a Jack, necesitaba ese aire fresco. Jack inspiró tremendamente y tomo una gran bocanada de ese aire puro y limpio y entonces cerró los ojos y se dejo llevar por ese bosque, entonces un grito le despertó de ese ensimismamiento.
-¡Jack!, ¿eres tú?
-¿Quién lo pregunta?
-Soy Gysak
Entonces Jack se giró y en efecto, un lince muy fiero y grande andaba hacia él, apoyándose en los cuartos traseros.
-Me alegro de verte muchacho-Dijo el felino mientras le daba a Glodir.
-Yo me alegro de estar de vuelta, Gysak, ¿Cómo supisteis que me transportaría aquí?
-Veleen nos lo dijo antes de volver a S VII. Ahora móntate en mi lomo, tenemos que llegar rápido al templo.
-Como quieras, lindo gatito, jejejejeje-Rió Jack.
-Muchacho, te la estás jugando, jeje-Contesto Gysak.
Jack subió con algo de dificultad al lomo de Gysak, era muy difícil subir al lomo de un lince gigante la verdad. Una vez sentado cómodamente en la espalda de ese enorme felino, Gysak se adentro en la espesura del bosque de Dayder y empezó a hablar a Jack con una voz muy extraña.
-Jack, vamos al templo de Leildarad, lo fundaron los elfos y mis antepasados beornidas, hace muchísimo tiempo, ya más de mil años. Está en ruinas completamente, todos los beornidas del bosque encuentran ahí su refugio, ah, y no solo eso, también es la plaza fuerte de la hermandad de los druidas beornidas, desde allí se organizan todos los movimientos, tanto de druidas como de beornidas. Actualmente, el templo, está bastante vacio, muchos de nuestros mejores hombres, animales y druidas están  guardando al nigromante en el castillo de Zol´Garad. Las cosas están muy mal en ese castillo, el nigromante ha percibido el drástico cambio que has traído al equilibrio, y sus poderes están volviendo a la vida. Está encerrado en un calabozo especial, el problema es que sus fuerzas están liberadas por el castillo, desde orcos hasta espectros, es realmente extraño. El ejercito del nigromante expulsó a nuestros chicos del castillo, ahora simplemente lo guardamos. Hay algo que nos preocupa mucho, hace un par de lunas avistamos a unos cuantos agentes de la hermandad del Drak, eso nos ha asustado muchísimo. Prepárate, pronto llegaremos.
-Genial, pronto veré a mis amigos.
-Han pasado dos semanas desde tu partida, y los dos elfos se fueron de Dayder, le requieren en una misteriosa reunión elfa, pasaran unos días en su hogar.
-Maldición.
-No maldigas joven Jack, yo os ayudare a entrar en el castillo. Ya estamos.
Dicho esto, Jack, avistó un enorme complejo de piedras y muros destruidos, había seres moviéndose dentro del complejo, las plantas trepaban por los muros, y un fuego estaba encendido en el centro de un circulo de rocas puestas a posta. Después de un último sprint por parte de Gysak, ambos, se encontraban bajo un radiante sol que iluminaba el tostado pelaje del lince, y las piedras de lo que antaño fue un hermoso templo elfo. Una vez parados, Jack, descabalgó de Gysak y anduvo hacia el templo. Jack estaba a punto de llegar al templo cuando una figura salió de entre las rocas y corrió hacia él.
-Al fin amigo mío, han pasado dos duras semanas-Dijo Delor.
-Hola amigo, yo también me alegro de haber vuelto, ahora cuéntame qué tal va la cosa.
-Gysak, habéis llegado rápido, Souler te espera, no me ha querido decir para qué, pero creo que se trata de algo relacionado con los soldados-Dijo Delor mientras se dirigía a Gysak.
-Genial-Dijo Gysak mientras galopaba hacia el interior del templo.
Delor y Jack se encaminaron hacia el interior del complejo.
-Ah, se me olvidaba comentártelo, Bek y Shayla están fuera…
-Sí, ya me lo explico Gysak. Solo somos dos para el castillo.
-No, Gysak nos acompaña, por cierto, partiremos mañana temprano.
El tiempo paso rápidamente mientras Jack estuvo en el templo. Conoció a Souler, uno de los comandantes del lugar, su transformación era de un enorme león negro. Jack vio combatir y entrenar a los beornidas, tenían un modo extraño de combate, mezclaban los golpes físicos, con ataques rápidos de navajas y espadas curvas, también usaban mucho las piernas, tanto para confundir como para atacar, era realmente curioso, ya que a veces se convertían en animales sin avisar y mordían y arañaban, o coceaban, Jack se quedo alucinado al verlos combatir entre sí, también se dio cuenta que eran muy honorables y respetuosos.
Jack comió con los beornidas, su dieta se basaba en frutas y carne, la verdad, aunque él prefería otras cosas, esa comida no estaba nada mal, la carne quizá un poco cruda, pero le pareció normal tratándose de semi-animales.
Después de una suculenta cena y de muchas risas e historias, Jack, se fue a dormir. Los beornidas le condujeron a una barraca en la que había unas cómodas hamacas, Jack se tiró sobre una y al rato, ya estaba durmiendo… y soñando.
Jack estaba de nuevo de pie sobre ese suelo metálico, de nuevo frente a esa cámara. El humo lo volvía a envolver todo con su siniestra y fría mano, la tenue figura de un cuerpo anciano, esquelético y demacrado se alzaba de la cámara, Jack solo distinguía su forma, pero supuso que se trataba de Veleen. Por culpa del humo no distinguía el resto de la estancia, pero sabía que se encontraba en la pasarela del sueño anterior. El anciano se aproximo a él con un paso lento. Jack espero a que se acercase. Ya estaba muy cerca pero él no distinguía su rostro, el humo era muy espeso. Al fin pudo distinguir el rostro de Veleen, tanto su cuerpo como su cara tenían un aspecto muy malherido, solo sus ojos, que se mantenían fuertes e incansables, le daban un pequeño toque de vida humana al cuerpo demacrado que Jack tenía en frente.
-Jack,… Cada día que paso aquí dentro es una t-tortura.
-¿Cómo?, Veleen, esto es un simple sueño.
-¿A caso alguna vez han sido tus sueños simples?.
-No, pero…-Dijo Jack sin saber que responder.
-Ahora hazme caso, te debo una gran explicación.
-Pues comienza por favor.
Veleen se aclaro la garganta y:
-El día que te lleve a casa de Tron, ocurrió una cosa, cuando salí de allí y fui a investigar la llave, conseguí convertirme en un guardia y llegar hasta el sitio, pero algo paso, unos hombres vestidos de negro bajaron de unos helicópteros y empezaron a disparar contra nosotros, eran de Voltec. Ellos volvieron al helicóptero con la pieza de la llave. Mis ``compañeros´´ murieron, así que me quite el hechizo y salí volando hacia ellos, me enganche en el helicóptero y espere…
-Sí, ¿y después?.
-Llegamos a la torre más alta de Nueva York, la torre Voltec. Una vez allí el helicóptero subió hasta el atico y aterrizo allí, los hombres bajaron del helicóptero con el fragmento y se unieron a un grupo de cuatro guardias que, al parecer, les estaban esperando. Yo me escondí detrás del helicóptero y cuando me dispuse a seguirlos, desaparecieron tras una puerta automática, no me podía arriesgar a usar la magia para abrirla, es peligroso usar magia potente en este mundo. Me quede en la azotea pensando, y pensando sobre cómo recuperar el cristal cuando el jefe de Voltec, Jonathan Mason, se apareció delante de mí, salió de la nada.
-¿Cómo?.
-No te lo he dicho por qué me avergüenzo de eso, Jonathan Mason, o como de verdad se llama, Valafard Leizer, es mi hermano.
-¿Cómo es posible?.
-Jack, nacimos de la misma madre, ambos deseamos lo mismo, pero de diferentes modos, ambos deseamos el equilibrio solo que él desea controlarlo, Jack, mi hermano era antes una buena persona pero se corrompió, y tenemos una extraña conexión que nos permite saber dónde está el otro en cualquier momento, yo no sabía que estaba en ese edificio porque mi mente estaba saturada intentando resolver el enigma al que me enfrentaba. Ahora no puedo explicarte toda la historia, Delor no tardara en despertarte.
-Prosigue.
-Mi hermano y yo, hablamos largo y tendido sobre el equilibrio y la llave, charlamos hasta que sus hombres llegaron, me apresaron y me metieron donde estoy ahora, en esa maldita cámara de sueño. No te estoy pidiendo que me rescates, pero sí que tienes que venir y conseguir el fragmento. ¿Entendido?.
-Entendido.
-Jack, te estoy diciendo que me prometas que pase lo que pase y veas lo que veas en tus sueños, no vengas a rescatarme, es muy peligroso, ¿entendido?.
-Vale, lo prometo.
Dicho eso, el sueño se desvaneció y volvió a aparecer el tenue resplandor verdoso y amarillento de la barraca en la que se encontraba Jack.
-Jack,… Jack,… ¡Jack!, despierta muchacho-Dijo Delor mientras le sacudía.
-Ho-Hola amigo-Bostezó Jack mientras se estiraba.
-Vamos muchacho, vístete, coge a Glodir y prepárate para marchar, el castillo esta algo alejado y no tenemos tiempo, ¡Vamos!-Dijo Delor con una inusitada energía.
-Vale, que nochecita, vaya…
-Espero que estés preparado para luchar.
-Siempre lo estoy.
-Vaya frase,… Bueno, Gysak nos espera, vamos.
-Vale ya estoy vestido-Dijo Jack saliendo de la barraca.
-Al fin Jack. Vamos muchachos, vuestras monturas están en la salida del templo, ¡Vamos a descuartizar orcos jajaja!-Dijo Gysak.
Los tres amigos salieron del templo. Los humanos montaron en sus caballos, Delor en su gran caballo negro y Jack monto en un alto corcel blanco, era un animal muy noble, mientras que Gysak adoptaba su forma cuadrúpeda.
-Seguirme muchachos, es muy posible que nos encontremos algunos enemigos. Souler me conto ayer que un tal Draztal Grunfoold, estaba liberando a los miembros de la hermandad del Drak que hay en las dispersas cárceles de este bosque. Dicen que Draztal es un poderoso y cruel orco, dicen que es el líder de…
-La hermandad del Drak-Concluyó Delor-. Gysak, él mató a mi familia y destrozo todo el pueblo en el que me crie, y no solo eso también mato al líder de mi pueblo, al gran Arcangel, nuestra deidad, de ahí saque a Angamar, y jure venganza-Dicho esto los vidriosos ojos de Delor brillaron con una intensa llama de rabia.
-Lo siento Delor, no sabía que…
-Lo sé, solo os advierto una cosa, si él está ahí, no podre controlar mi ira.
-No te juzgaremos por ello, tranquilo-Dijo Jack tranquilizadora mente.
Dicho esto los tres amigos partieron del templo en un sepulcral silencio. Los pájaros piaban y las flores cantaban, la brisa que pasaba entre los hermosos arboles creaban una maravillosa sinfonía que los trasladaba al paraíso. El sonido de la naturaleza amodorraba a Jack, el cual cabeceo mientras cabalgaba.
Unos ruidos misteriosos se alzaron desde los laterales del camino.
-¿Quiénes son?-Grito Jack sacando su arma.
-Son elfos, salvajes, claro.-Dijo Gysak alzándose sobre sus cuartos traseros.
-¿Nos atacaran?-Pregunto Delor-Llevo mucho sin venir por aquí.
-Nos atacaran, eso está claro, pero podremos.
Al instante unas figuras altas y enfundadas en capas negras se lanzaron sobre ellos. Los elfos eran bastante numerosos, al menos veinte asaltantes. Delor se lanzo contra un pequeño grupo de tres elfos, los cuales cayeron bajo dos simples mandobles de Angamar. Gysak dio un energético salto sobre dos de ellos, y los ataco por la espalda. Jack se encaraba a un par de ellos, mientras esquivaba y paraba golpes, una certera estocada de Delor, perforo el corazón de uno de los oponentes de Jack, el otro huyo bosque adentro junto con otros dos elfos, los demás habían caído, misteriosamente, bajo las garras de Gysak.
-¿Cómo has podido doce contrincantes, en tan poco tiempo?
-Subestimas la magia de los beornidas Jack.
-Vaya-Dijo Delor con asombro.
Dicho eso, los tres amigos marcharon hacia su inevitable destino, el castillo del nigromante ya no quedaba lejos.
Las horas pasaron y la mañana dio paso a una tarde naranja. Jack había comido un poco de pan a modo de almuerzo, estaba cansado y hambriento, cuando al fin llegaron a la cerca que franqueaba el castillo. Descabalgaron sus monturas y se dirigieron a pie hacia el castillo. Era un gran edificio gris y negro, unos gruesos muros de piedra gris oscuro y unas tremendas puertas metálicas de color negro le daban un toque muy siniestro y maligno al lugar. Parecía que dentro de la cerca todo lo que crecía, crecía marchito y seco, no había plantas ni arboles solo unos brezales grises. Con un paso lento los tres compañeros llegaron a la puerta.
-Gysak, gracias, pero a partir de aquí no tienes porque continuar.
-Delor, no me iré. Souler me explico que hace unos días se encontraron a dos de nuestros hombres clavados en estacas en la puerta del cerco, esto ya es personal, te lo aseguro.
-Como quieras. Ya es hora de adentrarse en las tinieblas.
Dicho esto Jack abrió la puerta, una fría ráfaga de aire salió de la impenetrable oscuridad del interior del castillo. Jack tenía la sangre helada, pero aun así, se armo con toda su valentía y entro en el castillo dejando así que la oscuridad lo abrazase y envolviese en sus entrañas. Delor y Gysak lo siguieron hacia la oscuridad, con ese simple acto, ambos, le demostraron a Jack que su lealtad es lo suficientemente grande como para seguirle hasta la mismísima muerte.

Capitulo 9

Capitulo 9:Problemas
Al rato una luz azul les cegó, Veleen estaba allí de nuevo.
-Hola compañía, Jack tenemos que irnos, Gysak, lleva a los demás al templo del bosque, vamos Jack haz un portal, te esperare el viernes en tu casa, claro que, el viernes en S VII-Dijo Veleen autoritario.
Jack hizo un portal mientras los otros hablaban de los futuros planes, una vez hecho se metió dentro. Al instante estaba en ese antiguo campanario del minarete en Dair Park. Miro el reloj de pulsera y vio que solo habían pasado tres horas desde la última vez que estaba allí, unos gritos de batalla se escuchaban abajo. Jack miró hacia abajo asomándose por la barandilla. Una enorme batalla se libraba abajo, un enorme grupo de milicianos de la antigua Sevilla atacaban con explosivos incendiarios caseros y con armas balísticas, eran muchos, el ejercito, se cubría tras las paredes de la catedral eran un grupo muy reducido pero sus armas eran mejores. Mientras miraba el cielo nocturno del cual solo se veía una tenue luna detrás de esa espesa capa de contaminación, Jack, pensaba en como bajar y pasar sin ser visto. No sabía qué hacer.
Jack cogió su rifle y su pistola, y empezó a bajar la rampa. Tardo al menos quince preciosos minutos en bajar. Una vez abajo, Jack, abrió la puerta con sigilo y se deslizo hacia la cámara principal de la catedral, desde ese punto alcanzaba a ver la puerta a la que tenía que llegar. Apostados en una barricada sobre un enorme agujero en la gruesa pared, había al menos, veinte soldados del ejército. Jack empezó a caminar por detrás de los soldados intentando no ser visto, ni oído. Al fin llego a la puerta y con gran sigilo atravesó la puerta. Se encontraba ante una calle ancha, rodeada por edificios metálicos, al fondo vio la puerta abierta del piso por donde entraron a Dair Park.
Unos gritos por su espalda le asustaron mientras se dirigía hacia su escapatoria, Jack giró la cabeza y una bala le paso algo por encima del pelo, los milicianos sabían de su presencia allí, pero no iban vestidos como milicia sino como asesinos, llevaban gabardinas y chaquetas de cuero, portaban armas balísticas como subfusiles y pistolas, uno de ellos llevaba la insignia de Voltec en el pecho. Eran mercenarios de Voltec, venían a por Jack y a por la llave.
Jack se escondió tras unos escombros, eran cinco hombres contra él, pero el al menos tenia mejores armas y una mejor posición, quizás podría vencerlos.
Oculto en su posición, Jack, recibía las balas del enemigo, armándose de valor saco un brazo con su rifle y empezó a disparar a bocajarro, al quinto disparo un tremendo y desgarrador grito de dolor se alzó desde la garganta de uno de los oponentes, lo que indicó que Jack había eliminado a uno de los cinco. Una bala rozó el hombro izquierdo de Jack, solo fue una pequeña rajita, pero ardía como si el demonio mismo estuviese echando su ardiente aliento sobre la herida. Jack siguió disparando y acertó a dos más, tres eliminados, dos en pie. Jack se levantó de su escondrijo y disparo a los enemigos que le quedaban, elimino a uno, el otro le disparo a una pierna y Jack cayó.
Desde el suelo le dio en el cuello al último hombre. La pierna le sangraba y le dolía, no era nada grave, pero le costaba andar. Apoyando sé en el rifle a modo de muleta, consiguió al fin, salir de Dair Park. Pasaron los largos y tediosos minutos en ese paramo desolado, cuando al fin, llego a la estación de Dairfield.
Jack cogió el primer tren que salía hacia Venice, gastó todos los pocos créditos que le quedaban en el bolsillo. Mientras miraba la oscuridad del túnel por el que iba el tren, Jack cogió su teléfono móvil y llamó a John.
-Hola John, ya he vuelto, ¿Dónde estás?
-Hola macho, estoy en Estados Unidos, si tío es la leche, estoy en el país que ha conquistado medio mundo, jeje. Veleen me dijo que te esperaría en casa, yo estoy aquí con un nuevo compañero, se llama Tron, Veleen te explicara todo lo que tienes que saber, ¿ok? Adiós-Se despidió John.
-Espera,…-Dijo Jack, pero John ya había colgado.
Las largas horas pasaron en ese aburrido y andrajoso vagón. Las sillas estaban la mayoría ``graffitedas´´, parte del suelo estaba descolchado, del techo colgaban unas lámparas rotas y antiguas, había muy poca gente en el tren, ya nadie se acercaba a Dair Park, a parte de una anciana envuelta en una manta y un gordo que mascaba chicle, no había nada ni nadie más interesante en el vagón.
Las horas pasaron y al fin el tren se detuvo en la estación de Venice, Jack bajo apresurándose. Una vez salió de la estación, se dirigió a toda prisa hacia su casa, ya hacía tiempo que había amanecido, de hecho ya estaba entrando la tarde. Al rato llego a su casa. Un hombre con un smoking azul, botas blancas, gafas de cristales tintados y pelo blancuzco le esperaba leyendo en un banco cercano a su residencia.
-Hola Veleen, bonito conjunto-Dijo Jack mientras expulsaba una enorme bocanada de aire,
-Jeje, lo compre en el centro de Venice, a mí también me gusta, bueno, hola de nuevo Jack-Dijo a modo de saludo el anciano.
-Vale, estoy aquí, después de casi acabar muerto, aquí estoy, ¿Qué me tienes que contar?-Dijo Jack señalando los agujeros en el hombro y la pierna.
-Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso-Con un movimiento de la mano cerró los agujeros de Jack, la magia era magnifica-. Ya sé dónde está el último fragmento, está en Estados Unidos, creo que en la estatua de la libertad, ya te lo diré una vez que estemos allí, nos esperan Jack y Tron, tu nuevo compañero. Tron te caerá bien, es muy buena persona y un buen hacker, es un poquitín arrogante pero, nada.
-Vale, a Estados Unidos, si te soy sincero, no quiero seguir viajando, agradecería que me transportases-Dijo Jack.
-Perfecto.
Dicho esto Veleen se agarró a Jack y ambos se transportaron a un ajado piso de soltero.
-Hola-Saludo John mientras abrazaba a su amigo.
-Hola John-Dijo Jack-. ¿Qué sitio es este?
-Esta es mi casa, soy Tron-Dijo un muchacho de pelo negro, llevaba unas gafas tintadas, una perilla decoraba su mentón, poseía una nariz aguileña y era delgado y fibroso, vestía una chupa vaquera y unos pantalones vaqueros.
-Hola Tron, encantado, bueno ya tenemos cuartel general en Estados Unidos. ¿Esto es Nueva York?
-Sí lo es, para ser más claros, esto es Brooklyn, y creo que nuestra misión es en la Liberty Island, así que bueno, es buena posición-Dijo Tron con una voz potente y cavernosa.
-Sí que lo es Tron, tenéis que entrar en la estatua y conseguir el fragmento de la llave, se encuentra en su antorcha, os doy un día para organizaros, mañana por la noche lo llevareis a cabo, ahora tengo que ponerme en marcha, la mañana del Viernes estaré aquí, el trabajo que nos queda en S VII es corto, vamos-Dijo Veleen e inmediatamente se esfumó.
-Vale, tenemos un maldito día-Dijo John algo nevioso.
-Tranquilos, desde que Veleen dijo lo de la estatua e ideado un gran plan, lo sé, soy un genio-Dijo Tron con algo de chulería.
-Vale, genial, pero si no te importa, estoy sediento-Dijo Jack.
-Tranquilo-Dijo John mientras le lanzaba una cerveza.
Jack la abrió y empezó a beber a grandes sorbos.
-Vale, os explicare el plan.
-Bien, vamos-Dijo Jack dándole un último sorbo a la cerveza.
-Genial, he pensado un plan, y si lo he pensado yo es que no puede fallar-Dijo Tron mientras sonreía-. Es sencillo, yo cortare la luz de la estatua, y a ser posible de toda la Liberty Island, vosotros os tenéis que infiltrar en la estatua y  llegar hasta la antorcha, una vez allí no sé que pasara, pero bueno, es un plan con unos buenos cimientos.
-Sí, lo es la verdad, pero necesitamos armas, y sigilosas a ser posibles-Dijo John.
-Tranquilos hermanos, Tron lo tiene todo controlado, tenéis dos pistolas de 10mm con silenciador y un subfusil de 25mm con silenciador y mirilla, tengo contactos-Dijo Tron mientras alzaba la cabeza.
-Genial, mañana por la noche lo llevaremos todo acabo, mientras saldremos por Nueva York, ¿no?-Dijo Jack.
-Lo siento tío, no puedes salir, La Iglesia de Voltec es más fuerte aquí que en cualquier otro lugar, no podemos arriesgarnos-Dijo John apoyando una de sus manos en el hombro de Jack.
-Vale.
-Nosotros tenemos que salir Jack, tenemos que ir a comprar equipamiento para mañana. El baño está ahí por si quieres darte una ducha-Dijo Tron mientras señalaba una puerta situada en un pasillo.
La puerta se cerró tras los dos muchachos dejando a Jack solo. Jack miro hacia donde estaba el baño, antes de entrar a ducharse, probó las demás puertas, estaban todas cerradas, al no poder hacer otra cosa activó el agua caliente y empezó a quitarse la ropa. Mientras el agua de la ducha caía sobre su cuerpo, Jack, pensaba en todo lo que le deparaba el futuro. ¿Qué sería  de su vida?¿Moriría antes de acabar esa aventura?¿Donde se quedaría al acabar todo eso?¿Arcaria o S VII?
De repente un enorme dolor de cabeza empezó a aquejarle. Recién salido de la ducha, se enfundo en una toalla y se dirigió al salón, puso la televisión y empezó a cambiarse. La tele no decía nada interesante, los comunistas chinos habían acabado con una base de los estadounidenses, unos quinientos muertos, una estrella de cine había tenido un hijo nuevo. Aburrido, Jack se tumbo en el sofá(muy cómodo por cierto) e inmediatamente se quedo dormido.
Los sueños le envolvieron. Estaba en una ciudad masacrada, las casas que anteriormente tuvieron una piedra de color marrón estaban ahora derrumbadas e incendiadas, unos gritos y tambores de guerra sonaban cercanos. Jack siguió caminando por una calle en llamas hasta llegar a lo que fue antes del asalto que se había llevado a cabo, un gran mercado, al final del mercado había unos pocos hombres armados ofreciendo una resistencia desde la escalinata de un templo, entonces Jack lo supo, estaba en Blaan. La ciudad estaba siendo atacada, por orcos, trasgos, goblins(un tipo de orco, más inteligente y más pequeño su piel es muy morena), ogros y ogoblins(una malvada mezcla entre orcos y goblins, estos son más altos, fuertes e inteligentes que los orcos normales, también son más morenos por lo cual resisten mejor una prolongada exposición al sol). Ese enorme ejército de criaturas atacaban a un grupo de unos cincuenta hombres. Desde la escalinata uno de ellos empezó a lanzar contra el enemigo bolas de fuego y escarcha, estos poderosos hechizos sembraron el caos, el miedo y la ira entre el enemigo, mientras una gran lluvia de hechizos caía sobre el enemigo, lo humanos empezaron a organizarse, lanzas con escudos delante, espadas en medio y arcos detrás, con esta formación se tiraron contra el enemigo con valor y fuerza. Los dos ejércitos empezaron a luchar entre sí, las flechas silbaron y los metales entre chocaron, los escudos se quebraron y las lanzas se rompieron, los cuerpos muertos y sin vida cayeron al suelo haciendo un extraño piso de acero y carne. El ejercito que asaltaba Blaan superaba a los hombres, eran muchos. Los hombres intentaban combatir, pero apenas resistían, a pesar de tener mejores armas los asaltantes les vencían, y uno a uno, fueron cayendo hasta que solamente quedaba ese anciano hombre que lanzaba eso terribles hechizos a diestro y siniestro. Jack miró fijamente al anciano, de lejos no lo reconocía pero, se parecía a Veleen, entonces el anciano creó un escudo de energía por el cual no podían pasar los enemigos. El misterioso anciano giró la cabeza hacia Jack y le guiño un ojo, entonces, con un intenso y deslumbrante rayo azul se convirtió en un dragón, un dragón enorme, de un color azul zafiro, unos ojos azules también, centelleaban de ira en unas cuencas rodeadas por escamas, dos tremendas alas dentadas de un color azul grisáceo, es extendían desde el cuerpo musculoso del tremendo dragón que no hacia ni dos minutos era un simple anciano envuelto en una capa ajada por el tiempo. Entonces Jack despertó.
-Hola dormilón-Dijo John entrando en el apartamento acompañado de Tron.
-Hola amigos, ¿Qué tenemos que hacer ahora?-Pregunto Jack despertándose.
-Pues esperar a que llegue el viejo y después hacer lo que sea, Veleen me dijo que si no venia antes de las veintitrés cero cero exactamente, nos largásemos-Dijo Tron-Ya os explique el plan, yo desconecto la corriente y ustedes se infiltran.
-Eso aremos, pero, hemos preparado una cosilla, ahora en vez de entrar, nos dejaremos caer desde un avión-Dijo John.
-Vale, uff… Vale, otra vez a las alturas-Dijo Jack con un aspecto cansado-Anda dadme algo que me despierte.
Una vez dicho esto Tron le tiró una cerveza, él prefería el hidromiel, pero eso no existía en S VII.
El resto de la tarde transcurrió tranquila mientras Jack les contaba sus aventuras por Arcaria.
Eran más de las diez y Veleen no llegaba, los muchachos ya se preparaban para salir, Tron preparaba su ordenador, John cogía un par de pistolas de 10mm y un subfusil automático y Jack cogía una navaja, una pistola y el rifle laser. Las once llegaron y Veleen no apareció, así que se prepararon para salir.
-John, coged el ascensor hasta el ático, ahí estará el helicóptero, mientras yo apagare las luces, vamos, vamos ¡Vamos!-Dijo Tron.
-OK-Respondió John por unos pequeños micros que llevaban colocados en la oreja.
Los dos amigos salieron a un rellano muy ajado y sucio e inmediatamente montaron en un ascensor muy cutre de color oro, John marco el piso del ático. Al cabo de un minuto estaban arriba, un cielo contaminado y sin estrellas se alzaba sobre ellos como una misteriosa capa. Allí en el tejado había un helicóptero sin piloto, Jack supuso que lo comandaría un droide programado. Los dos compañeros entraron en el helicóptero e inmediatamente se puso en marcha. Jack miró a Nueva York desde ese punto pero solo se veían los picos de los grandes rascacielos. Al cabo de un rato se avistaba la Liberty Island desde ahí arriba, Jack y John se prepararon para saltar. La voz del robot que controlaba el aparato dijo ``Ya pueden saltar´´ y en ese preciso instante las luces de la estatua se apagaron, Tron había hecho un buen trabajo, entonces Jack y John saltaron. El aire frio penetro en el traje de neopreno de Jack, por suerte su cara estaba preparada para resistir ese aire. Se aproximaban a la antorcha y entonces abrieron sus alas, casi como si fuesen por raíles se dirigieron a la antorcha directamente. Los dos amigos llegaron a la antorcha, la estatua lucia muy hermosa desde ahí arriba. Jack escaló un poco más hasta la punta, y se preparo para coger la llave, pero no estaba ahí, era imposible, habían visto por medio de unas imágenes captadas por un potente satélite la llave, pero ahora no estaba, era muy raro entonces:
-Chicos tenemos un problema, el sistema desde el cual se encienden las luces de Liberty Island están ahí arriba, maldición nunca pensé que estuviesen ahí arriba-Dijo la voz de Tron a través de las radios.
-Pues nosotros sí que tenemos un gran problema, no está la llave y sospecho que la tiene Voltec, maldición-Dijo Jack.
-Vale, después nos preocupamos de eso, ahora tenéis que escapar de allí y rápido, se acercan unos soldados y vendrán más, tendréis que bajar, o al menos resistir hasta que programe el dron del helicóptero para que vuelva-Dijo Tron por la radio.
-Bien, Jack baja de la antorcha poco a poco, resistiremos aquí-Dijo John mientras bajaba.
Después de una bajada de infarto, Jack y John prepararon sus armas.
-Chavales vienen dos, pero hay más, si en unos cinco minutos no está la luz bien, vendrán más, estad alertas por favor-Dijo Tron por la radio.
-OK, Jack prepárate, yo me encargare de estos con el subfusil.
-Genial, yo me pondré aquí detrás, por si vienen más-Sentenció Jack mientras se posicionaban. Unos pasos se escucharon detrás de una puerta metálica desde la que se accedía al interior de la estatua, entonces la puerta se abrió, dos hombres armados con pistolas de 9mm y linternas se acercaban, con sigilo, John, abrió fuego contra ellos, casi al instante dos inaudibles disparos acabaron con la vida de esos guardias.
-Bien hecho, pronto subirán mas-Dijo la voz de Tron desde la radio.
-OK-Respondieron John y Jack.
Los dos amigos seguían en sus posiciones, Jack comprobaba su rifle laser una y otra vez mientras John jugaba con sus pistolas. Una voz difuminada salió de los cuerpos.
-Ray, Socker, ¡¿Y la puta luz?! Ray,… Socker,… Responded, oh, ¡mierda!-Dijo una voz muy difuminada desde la radio de uno de los guardias-Vamos para allá, resistid, si es que seguís vivos.
-Mierda, se dirigen cinco hombres hacia vosotros, se quedan diez abajo, tened precaución-Dijo Tron.
-Vale, Jack prepara el rifle-Dijo John.
-Sí, intentemos no armar ruido-Dijo Jack.
Al rato unos apresurados pasos se escucharon desde la puerta que daba a las escaleras.
-¡Rápido Jack, cierra la puerta!-Gritó John.
Jack corrió hacia la puerta y raudamente la cerro y la atranco con una barra de hierro que la cruzaba horizontalmente.
-Les costara pasar-Dijo Jack mientras se retiraba a su posición.
Entonces se escucharon unas voces provenientes de detrás de la puerta, estaban pidiendo ayuda a gritos.
-Chicos, no sé que habéis hecho, pero se acerca todo el regimiento hacia vosotros, suerte que el helicóptero está en camino, tenéis que resistir dos minutitos más-Dijo Tron.
-Genial, voy a darles un regalito-Dijo John mientras se acercaba a la puerta de hierro con un artefacto redondo y plateado en la mano.
-¿Qué haces John?-Preguntó Jack.
-Estoy colocando una bomba trampa, derribara la entrada y no podrán pasara a esta zona en un tiempecito-Dijo John riendo.
-Vale haz lo que quieras pero hazlo rápido, creo que ya veo el helicóptero.
-Ok, ya esta-Dijo John.
Un circulo de metal brillaba en la puerta, dicha bomba empezó a emitir un ruidito, pi,… pi,… pi,… pi,… piiii,… y entonces estallo convirtiendo la puerta en un amasijo de escombros y metales. Un ruido de hélices saco de su ensimismamiento a Jack y a John, el helicóptero había llegado al fin. Los dos muchachos se subieron al helicóptero y volvieron hacia Brooklyn.
Al rato llegaron al rascacielos, los muchachos se metieron en el ascensor y marcaron la planta de Tron, él les esperaba con la puerta abierta.
-Entrad, vamos-Dijo Tron.
Los tres compañeros entraron y se sentaron al sofá.
-Decidme, ¿Qué ha pasado?
-No sabemos Tron, no estaba el fragmento, no sé qué ha pasado-Dijo Jack algo alicaído.
-Bueno, tendremos que esperar a Veleen para que nos explique todo, ahora a descansar, Jack, tu duermes en el sofá-Dijo John.
Tron y John desaparecieron por el pasillo hablando de lo sucedido en la estatua mientras Jack se tumbaba sobre ese sofá. Estaba muy cansado, al rato se durmió y empezó a soñar.
Se encontraba en una sala de paredes y techo metálicos, se encontraba en una pasarela de metal sobre una caída sin fin, las paredes metálicas caían y caían hasta perderse en la oscuridad, unos focos pegados a unas barandillas iluminaban la pasarela, detrás de Jack una puerta metálica cerrada a cal y canto le separaba de otra sala similar, al fondo de la estancia una puerta abierta daba a un balcón de mármol desde el que se veían las estrellas, pero lo más extraño de la sala estaba en el centro de la pasarela, una enorme cámara de metal con cristales blindados, inundaba de humo toda la estancia, era una cámara de incubación, ahí dentro había algo o… alguien. Jack se acerco con cuidadosos pasos a la cámara y miro a través del cristal, no se veía nada, el cristal estaba empañado. Jack se dispuso a abrir la cámara, primero lo intento por medio de la fuerza, pero su esfuerzo fue en vano, siguió intentado abrirla hasta que encontró un panel de mando, inmediatamente cogió el panel pulso el botón que, en teoría, debía de abrir la cámara. La cámara se abrió con un sonido chirriante y el humo inundo la sala, una vez se fue el humo Jack se acerco a mirar, un hombre viejo y desnudo estaba ahí dentro, presentaba un aspecto cadavérico y deteriorado, una mascará ocultaba su rostro y le mantenía con vida mientras la cámara estuviera activa, un pelo gris y largo salía de la parte de arriba de la mascará, la visión de ese cuerpo, que a pesar de seguir vivo, estaba más muerto que vivo, horripilo a Jack tremendamente, entonces armándose de valor, retiró la mascará de la cara, Jack se quedo asombrado con su hallazgo, ese cuerpo casi muerto, era Veleen. Veleen abrió los ojos lentamente, y al ver a Jack su cadavérica boca dibujo una sonrisa en sus labios.
-Hola muchacho-Dijo con una voz extrañamente clara.
-¿Veleen?-Dijo sorprendido Jack.
-Sí, soy yo, te explicaría que es esto pero es muy complicado, tienes que ir a Arcaria, te prometo que te lo explicare todo, quiero que partas a Arcaria inmediatamente, deja una nota a Tron y a John y ve a Arcaria, puedes hacer un portal en la esquina este de la azotea rápido-Dijo la voz de Veleen mientras la visión de esa sala se iba de la mente de Jack.

Capitulo 8

Capitulo 8:En los lindes de Dayder
El pedestal dejó de emitir imágenes y Jack se volvió hacia Delor.
-¿Qué era eso?-Pregunto Jack enarcando una ceja.
-Eso era el castillo de Zol´Garad, el hogar del Kelthod-En cuanto Delor pronuncio ese nombre, el viento rugió fuerte-, el nigromante, el nigromante es un mago oscuro y tenebroso, controla la necromancia o control de la muerte, como prefieras llamarlo, su ejército está compuesto por infinidad de muertos, orcos, trasgos, ogros, fantasmas, huargos, arañas y vampiros. Se cuenta que después de la derrota de su ejército, se encerró en su castillo y que los ejércitos de los humanos, elfos y enanos lo apresaron en sus propios calabozos, dicen que ahora lo custodian los poderosos beornidas. De cualquier modo tenemos que ir hacia allí, el castillo esta en el bosque de Dayder, antiguo baluarte de poder elfico, los grandes de los Galdor forjaron allí esa preciosidad que usas de espada. El rey de la ciudad de los elfos Galdor se llama Sagadriel Ithilwen, y porta la última de ``las cinco´´-Respondió Delor.
-¿Las cinco?-Preguntaron Jack, Shayla y Bek al unisonó.
-Las cinco, las cinco reliquias de los Galdor, las reliquias son poderosas armas que fabricaron los Galdor en sus tiempos, la primera y más antigua, es Thorir, el hacha de la justicia, fue un regalo de los elfos a los enanos de las montañas, ahora mismo está en manos de Royther, el gran rey enano, la segunda fue Glodir, la esperanza de los Galdor, es la tuya Jack, la tercera fue Angamar, el terror de las sombras, es la mía, la cuarta fue Darkrol, la cimitarra del poder, fue un tributo de los Galdor a el gran hechicero Kelthod, con el tiempo Kelthod se convirtió en el nigromante y corrompió la espada, y la ultima es Sagadir, el fuego de los mares del oeste su orgulloso portador es Sagadriel el rey elfo de los Galdor, después de esta clase de historia, os digo, Bek y Shayla, conviene que partáis ya hacia el bosque, Veleen me dijo que le esperase aquí junto con Jack, y es lo que haré-Dijo Delor.
-Perfecto, ¿Cuánto tenéis que esperar?-Pregunto Shayla.
-Veleen dijo que vendría esta noche, pero que después nos tenía que decir algo, así que al menos durante dos jornadas, en dos jornadas ya habréis bajado de las montañas.
-Vale-Asintieron todos.
Shayla se acerco a Jack, lo abrazó y le besó, Jack le devolvió el beso.
-Adios amor-Se despidió Jack.
Los elfos empezaron a bajar la montaña, no les sería difícil, ya que el tiempo se había calmado.
Jack y Delor se sentaron en la fría nieve mientras esperaban a Veleen.
-Jack, te voy a contar la historia del nigromante, si no te importa claro, así que coge tu cantimplora, un pedazo de cecina y escucha-Dijo Delor con una voz interesante.
``Todo comenzó hace muchísimo tiempo, Kelthod era un joven mago, Veleen le instruyo creo, bueno voy a la historia, Kelthod trabajaba en la biblioteca del circulo, la gran hermandad de los magos. Un día trabajando, Kelthod descubrió un libro de magia negra, empezó a estudiarlo, entonces vio el enorme poder que la magia negra le ofrecía y como otros muchos magos, se corrompió, la magia negra le ofrecía el enorme poder de los muertos, controlaba las sombras, podía revivir a los muertos y controlarlos, para un joven ansioso de poder era magnifico. Al fin acabo corrompiéndose del todo, su pelo se torno gris, su piel anteriormente morena, era grisácea y enfermiza, había ganado poder, no solo por la magia negra si no por la cimitarra que le ofrecieron los elfos. Era muy poderoso, como todo mago poderoso fue a buscar un lugar donde montar su guarida, y como no, fue a un bosque, al bosque de Dayder, el bosque de los Galdor, allí se forjaron las cinco como ya os he explicado antes. Construyo su castillo y empezó a corromper el bosque, corrompió a los lobos, corrompió los arboles cercanos, y a algunos elfos también, los Galdor no tardaron en tomar medidas y empezaron a mandar escaramuzas contra su castillo, pero era inútil, sus fuerzas eran tremendas, tan tremendas que el propio demonio temblaba en su tumba infernal, muertos, vampiros, todo tipo de criaturas malévolas, pero no todo estaba perdido, unos poderosos hombres del bosque, los Beornidas, consiguieron unir a enanos, elfos, humanos, centauros, minotauros, ciclopes, ghoals, gigantes, e incluso a algunos ogros. Una enorme batalla se libró en el valle de Dayder, los ejércitos reunidos por los Beornidas, ganaban al nigromante, así que opto por retirarse, pero no se conformo con eso, si no que con un terrible hechizo convirtió en piedra a todo lo que había en el valle, poco después los poderosos druidas Beornidas encerraron al nigromante y a su poder oscuro en sus propias mazmorras. El valle ahora lo habitan orcos, minotauros y algunos ciclopes, el castillo está lleno de trasgos, orcos y no sé qué malditos bichos mas. Los Beornidas guardan ahora el castillo, nuestra misión es entrar en la torre del nigromante, dentro del castillo´´
-Interesante historia, ¿de dónde lo aprendiste todo Delor?
-Cuando uno es traicionado por las personas a las que  les dedicas toda una vida y se queda en la calle, no le queda otra que aprender. Ahora a esperar-Dijo Delor con una mirada nostálgica.
La tarde pasó tranquila, un sol muy rojo se alzaba sobre sus cabezas, un viento algo fresco les mantenía a buena temperatura, Veleen no tenía pinta de llegar aquella noche así que los amigos se acomodaron y se tumbaron, Delor le ofreció una pipa larga de madera para que Jack fumase, a pesar de que ese no era el estilo de Jack, lo probó y le gusto, entonces Delor le explicó:
-Tranquilo muchacho, no es ni siquiera tabaco, tan solo es una hierba muy sana de el lago Flognir, tranquilo.
-Vale-Dijo Jack expulsando una enorme bocanada de humo.
Al rato ya había una nube de humillo gris sobre ellos, el humo tenía un aroma mentolado, muy refrescante y algo dulce.
Al final Jack cayó en un sueño profundo, entonces por primera vez en un tiempo, el mundo de los sueños lo atrajo hacia sí.
Esta vez Jack estaba asomado a un balcón en una torre gigantesca, estaba buscando algo, pero no sabía el que, Jack supuso que buscaría la llave, pero no en vez de dirigirse a un lugar donde estaría una llave,
Jack salto hacia el techo y empezó a escalar con una extraña agilidad, y ahí estaba el fragmento de la llave a modo de veleta, cuando Jack iba a cogerla el sueño se desvaneció.
Era una mañana fría y gris, el alba había salido hacia algunas horas, Delor estaba meditando con Angamar clavaba entre sus rodillas, estaba pensando en algo pero Jack no se atrevió a sacarlo de su meditación. Jack se quedo mirando hacia ese lejano mar que hasta el horizonte se extendía.
-Al fin estas despierto Jack-Dijo Delor-Los otros deben de haber acampado abajo ya, supongo que en esta noche llegaran al inicio del valle, además son elfos, siempre van rápido, ¿has desayunado?
-No, todavía no, me alegra saber que van adelantados, pero no puedo dejar de sentir temor por lo que le pueda pasar a Shayla.
-Tranquilo muchacho, es muy fuerte y su hermano también, se lo que es el amor, pero no te preocupes-Dijo Delor mientras le daba un poco de cecina y pan.
-¿Cuándo vendrá Veleen?-Pregunto mordiendo con ansia su pedazo de cecina.
-El límite es esta noche, o eso me dijo.
-Genial-Respondió Jack a modo de burla.
-Bueno, voy a bajar a cazar, tranquilo, estaré aquí a la caída de la noche, Windwolf me acompaña-Dijo Delor mientras se colgaba a Angamar del cinto y mientras colocaba un carcaj en su espalda-.Adiós, hasta la noche.
-Vale, adiós.
Jack se quedó solo, ¿Qué haría hasta que llegase Veleen?. Jack se aburría tremendamente y empezó a fijarse en el paisaje, a lo lejos el mar, tranquilo y solemne, se veía la gran Blaan, Jack se giro y miro hacia el valle, una enormísima extensión de verdes pastos se extendía grandiosa hasta el linde de un bosque, la gran pradera tenía unas especies de estatuas que decoraban el valle, esos eran los estragos de la guerra del nigromante, Jack se entristeció al pensar que todos aquellos puntos grises que se perdían en la lejanía fueron seres vivos. El enorme bosque verde se perdía hasta el horizonte, un horizonte decorado por la macabra forma del castillo del nigromante, ``¿Qué le depararía ese castillo?´´, pensó Jack.
Aburrido, Jack optó por tumbarse en su cama, tenía mucho sueño. Después de unos minutos, se durmió. De nuevo los sueños le invadían.
Jack se encontraba en el valle de Dayder, estaba rodeado de estatuas, de lobos, hombres, elfos, enanos, orcos, trasgos, minotauros, centauros, caballos, ogros, unicornios, goblins y unas especies de esqueletos. Entre esas estatuas, mirando a una enorme estatua de un lince, estaba Veleen.
-Acércate a mí, muchacho-Dijo Veleen con voz ronca-De nuevo uso los sueños para comunicarme contigo.
-Sí, ahora dime, ¿Qué quieres decirme?-Pregunto Jack.
-Vale, el nigromante es un poderoso enemigo, solo sabemos que está encerrado en sus calabozos, vosotros tenéis que ir hacia la más alta de las torres, la llave hace de veleta, tendréis que cogerla. Todo esto parece fácil, pero no lo es, el bosque está lleno de peligros, pero eso no es todo, la oscuridad a renacido en las oscuras cámaras del castillo, los Beornidas guardan en su letargo al nigromante, pero no sabemos cuánto aguantaran, tengo buenos contactos con los Beornidas, sobre todo con uno de ellos uno de sus jefes, su nombre es Gysak, se puede convertir en un lince.
-¿Cómo que convertirse?-Preguntó extrañado Jack.
-A veces se me olvida que eres del mundo de la tecnología, espero que puedas perdonar a este viejo, bueno los Beornidas, son unos humanos muy extraños, nacen con unos extraños poderes y solo hay machos, nacen de la tierra y del bosque, son como tú o como yo, solo que son más altos y musculosos, su piel es tremendamente dura y flexible, pero eso no es lo realmente asombroso, lo asombroso es que tienen el poder de convertirse en animales, y en una mezcla entre esos animales y humanos, me explico por ejemplo, algunos se pueden convertir en lobos, por lo cual también se pueden convertir en Hombres-Lobo, claro que al convertirse en animales pueden hablar como cualquier persona y además son siempre más fuertes que los animales en los que se convierten, también son muy listos, fuertes, agiles y astutos. Gysak es mi contacto, es un hombre alto de pelo negro y ojos verdes, su transformación es un enorme lince marrón rojizo de ojos verdes penetrantes y dientes como sables, su transformación mitad de Hombre-Lince, es terrible porque aparte de sus terribles zarpas y dientes suele usar una espada curva elfica, es muy poderoso, además controla la magia del bosque, te será muy útil, y tiene órdenes estrictas de conduciros a el castillo.
-Genial, hombres-animales, guapísimo-Dijo Jack.
-Vale, a lo que iba, él os conducirá a través de la espesura del bosque hasta el castillo, una vez allí vosotros os guiareis por vosotros mismos, o eso espero-Dijo Veleen mientras enarcaba una ceja-Bueno, ahora te tengo que decir adiós por poco tiempo.
Dicho esto Veleen se desvaneció junto con el resto del sueño.
Jack se despertó y se froto los ojos, con un tremendo bostezo miro a su alrededor en busca de Delor. Aun no había llegado y Veleen estaba a punto de llegar. En ese momento Delor subió por el camino con un carnero colgado de su hombro y con menos flechas en el carcaj.
-Hola amigo, traigo la cena-Dijo Delor saludando.
-Genial porque a Veleen le falta poco, vayamos cenando.
Jack se fijo, la luna estaba aun baja, y el sol ya se iba a su letargo nocturno, unas pequeñas estrellas moteaban el cielo y le daban algo más de luz.
-Delor, tengo buenas noticias-Dijo Jack al rato-. Cuando me dormí Veleen me visito en el sueño y me dijo que los Beornidas nos iban a apoyar en el bosque.
-Perfecto, son muy buenos guerreros, toma-Dijo Delor mientras le daba un pedazo de carne clavado en un palo largo-. Acércalo al fuego hasta que se haga.
El tiempo paso mientras los dos amigos tomaban su cena, esa carne estaba realmente rica, Delor acabó y se puso a fumar de su pipa larga mientras limpiaba a Angamar, mientras tanto Jack se quedo viendo el paisaje nocturno, un gran manto de estrellas se estacionaban en el cielo, sobre sus cabezas, eran muy hermosas todas y cada una de ellas lo que provocó que Jack empezara a pensar en Shayla de nuevo.
Al cabo de los minutos un resplandor azul ilumino el pico de la montaña cegando a ambos guerreros, era Veleen, al fin.
-Hola amigos míos, os explicare raudamente lo que tenéis que hacer y os transportare con mi magia al inicio del valle, la magia del nigromante me impide transportarme mas haya-Saludó Veleen.
Llevaba su típica túnica azul oscuro y un sombrero picudo ocultaba su enorme pelo, su colgante estaba ahí atado de su cuello y resplandeciendo.
-Bueno será sencillo, os dejare en el valle, llegareis al linde del bosque después de dos jornadas de viaje y allí me volveré a encontrar con vosotros, Gysak el Beornidas, os acompañara en el linde a y por cierto, Bek cuenta con una gran amistad dentro del bosque, aprovecharla, su magia puede vencer a los demonios del nigromante, solo os digo eso, ahora os dejare en el valle, agarraos a mí.
Los dos muchachos se agarraron al anciano sin mediar palabra. Una especie de fuerza los absorbió hacia arriba, entonces, con un gran resplandor azul desaparecieron, en un abrir y cerrar de ojos se encontraban ante una vasta extensión verde, decorada por estatuas de piedra y que se extendía hacia un horizonte irregular, ese horizonte era el comienzo del bosque de Dayder. Habían llegado al valle de Dayder y el peligro acechaba por todos lados.
-Bueno adiós intrépidos guerreros-Dijo Veleen, y con un chasquido desapareció.
-Vale Jack, esto será peligroso, trasgos, orcos, minotauros y algún ciclope aguarda en este valle a los viajeros como nosotros.
-Lose Delor, se que los peligros aquí serán más complicados que antes.
Dicho esto los amigos se pusieron a andar, ninguno estaba cansado así que no pararon a dormir. El alba ya asomaba, una fría luz blancuzca iluminaba ahora el valle y sus estatuas. Las estatuas eran muy variadas, orcos, minotauros, lobos, humanos, centauros de todo.
Un ruido de unas pisadas blancas les acechaba desde atrás, entonces un gruñido y un lobo saltó sobre Delor, el humano, ágil, esquivó al lobo y le dio un tajo en la espalda, matándolo así.
Los dos amigos prepararon sus armas y juntaron sus espaldas. Al rato estaban rodeados de enemigos, orcos, trasgos, minotauros y un enorme ciclope.
-Jack prepárate para la primera embestida de enemigos, usa los poderes de Glodir.
-Eso está hecho.
Los orcos, eran de mayor estatura que los trasgos, generalmente no tenían pelo y eran de un color verdoso, grisáceo o marrón, portaban cimitarras, escudos, hachas y mazas, los trasgos portaban dagas y cimitarras, los minotauros llevaban unas hachas enormes y unos grandes tridentes y el ciclope portaba un enorme garrote, a Jack le temblaron las piernas ante las monstruosidades que tenía delante. Dos orcos se lanzaron contra Jack, el cual rebano sus cabezas con un ataque lateral, un minotauro cargó contra Delor, cuando estuvo a punto de impactar, Angamar creó un escudo de energía, contra el cual, choco la bestia, una vez atontada fue fácil para Delor atravesarle el corazón con Angamar. Así los chicos soportaron unas pocas embestidas, apenas tuvieron problemas, salvo una vez que un minotauro casi mata a Jack. El tiempo seguía pasando y el enemigo no tenía pinta de aflojar, los miembros de Jack ya estaban cansados y el ciclope ni se había movido.
-Jack, corre y súbete a esa estatua del gigante-Dijo Delor mientras atravesaba a un orco con su espada-Corre.
Jack hizo caso y se subió a una estatua, los enemigos empezaron a rodear a Delor, entonces, él gritó unas palabras:
-Naur an edraith ammen!
En cuanto Delor pronuncio esas palabras, un enorme chorro de energía roja salió de Angamar, la energía impacto contra el suelo y de esa energía se abrió un portal del cual salió un enorme demonio rojo alado. Era gigante, unos enormes cuernos decoraba su cabeza, no tenia cabello y unas orejas picudas, acompañadas de unos ojos rojos chispeantes y de esos enormes dientes, le daban un aspecto terrorífico, unas enormes alas negras se extendían como una sombra detrás del Señor del Abismo, una enorme cola roja también, llegaba hasta el suelo y por ultimo unas enormes patas de cabra de pelaje negro le daban un toque aun mas terrorífico si cabía. El demonio hizo algo y una espada de fuego apareció en su mano. El enemigo empezó a mirar a ese demonio con un gran temor, los trasgos y los orcos empezaron a huir, pero no hay escapatoria posible del poder del Señor del Abismo, empezó a agitar su espada creando un torbellino de fuego, los orcos, minotauros y trasgos eran tragados por las llamas mientras el ciclope huía hacia las montañas. El fuego de Naur, carbonizo al enemigo y destrozo las estatuas. A los pocos minutos, no quedaban enemigos en el valle, entonces Delor bajó de la estatua y con una reverencia saludó al demonio el cual se convirtió en una enorme llama y se metió dentro de Angamar.
-¿Qué era eso Delor?-Preguntó Jack mientras bajaba de la estatua.
-Eso era Naur, el demonio que encerró hace ya mucho el arcángel que portaba a Angamar, el demonio quedo indultado de la muerte, pero a cambio debía vivir en Angamar para siempre, y debía de responder a su dueño siempre que él lo quisiera, y no me ha fallado.
-¿Mi hoja tiene ese poder?-Pregunto Jack enarcando las cejas.
-No lo sé, pero ya se lo preguntaras a su forjador cuando lo veas en la ciudad de los Galdor-Respondió Delor.
Los compañeros se pusieron a andar, la mañana se había convertido en tarde, y la tarde se convirtió en noche mientras los amigos andaban y comentaban sus técnicas de batalla. Al final decidieron acampar entre las dos estatuas de unos gigantes.
Delor hizo una hoguera, pero Jack no soporto el cansancio y cayó en un sueño profundo. La hierba parecía negra bajo la tenue luz de la luna, las estrellas iluminaban muy poco, el cielo era muy oscuro, y el bosque ya se veía próximo, Delor siguió en vela hasta bien caída la noche, Jack durmió sin sobresalto alguno.
Al caer el alba ambos despertaron y sin desayunar por la escasez de víveres, empezaron a andar sin ningún descanso. Una preciosa mañana soleada, dio paso sin previo aviso a una tarde encapotada. El bosque ya estaba cercano, pronto podrían descansar. El crepúsculo cayó muy lentamente sobre la incansable sombra de esos dos muchachos que andaban hacia su destino. El bosque estaba muy próximo, la noche ya había llegado y a lo lejos, en el valle se escucho el aullido de unos furiosos y hambrientos lobos, a Jack le temblaron las piernas al escucharlo.
-Vamos muchacho, ya hemos llegado-Dijo Delor con una voz relajada, al ver los primeros arboles del bosque, entre las sombras de los arboles se distinguían tres formas de humanoides, dos de ellas salieron a la luz de la luna, entonces vieron de quienes se trataban eran Shayla y Bek.
En cuanto se vieron, Shayla se tiró a los brazos de Jack y se fundieron en un apasionado beso, mientras Bek saludaba a Delor. La tercera sombra salió a la luz, se trataba de un enorme lince alzado sobre sus patas traseras y con una espada curva a la espalda.
-Me presento Jack, soy Gysak, el lince, protector de los Beornidas y guardián del nigromante, amigo de elfos y humanos, no tienes nada que temerme-Saludo el Beornida-Mis ojos alcanzaron a ver el caos de tu espada Delor, me alegro de volver a verte-Dijo mientras se acercaba a Delor.
-Al fin todos reunidos de nuevo-Dijo Jack-Y me es un enorme placer conocerte Gysak. Ahora tenemos que esperar a Veleen, espero que no tarde.

Capitulo 7

Capitulo 7:El pedestal de la oscuridad
Jack lanzó el rayo de luz azul y purpura contra una pared para que se hiciera el portal, una vez hecho lo cruzó. Casi al instante se encontró al pie de una montaña bajo un cielo azul, ante él se extendía una vasta pradera hasta chocar literalmente contra una ciudad amurallada, al fondo solo se veía un precioso mar en calma, la pradera era completamente verde, se podía ver algún casual árbol, unas pequeñas colinitas le daban un poco de volumen a la pradera, Jack se giro, y miro hacia la montaña que tenia atrás suya, era enorme, en ella empezaba una enorme cordillera, sobre la cima de la montaña había una tremenda estatua, entonces Jack se dio cuenta, ``Estoy en Blaan, esto es uno de los colosos´´ pensó Jack. En ese momento tres figuras llegaron desde la pradera.
-Hola de nuevo Jack-Dijo la figura más alta-Soy Delor.
-Hola a todos-Saludo Jack.
Una de las figuras se quitó la capucha que le cubría la cara y se lanzo a los brazos de Jack, abrazándolo y besándolo.
-Hola melme-Dijo Shayla mientras se separaba de Jack.
-Ashala, me alegro de verte amigo-Saludó Bek-Nos espera una cosa difícil, hay que subir, a la Punta, es esa montaña altísima –Dijo Bek mientras señalaba el pico de una montaña que se perdía entre las nubes.
-Vale,…-Dijo con un tono algo cansado.
-Tenemos que llegar ahí y colocar la gema en un pedestal que se encuentra en su pico, ese es el único modo de saber donde se encuentra el primer fragmento de la llave, así que vamos a ponernos en marcha.
Sin apenas mediar palabra los cuatro se pusieron en marcha subiendo hacia un caminito alto en la montaña.
Todo era muy bonito y relajante, una fina capa de nieve lo cubría todo, la montaña aún se encontraba lejos pero Jack la notaba cercana, muy cercana.
Jack miró a Shayla, estaba más preciosa que nunca, sus ojos resaltaban en una tez pálida, sus mejillas rojas como manzanas desentonaban completamente de su cara lo que le daba un gran atractivo, su pelo negro esta moteado por blancos copos de nieve, Jack se derretía ante ella, era hermosísima.
-Se que solo han pasado unas horas pero yo te he echado mucho de menos-Dijo Shayla mientras se abraza a Jack.
-En mi mundo han sido días.
Jack sentía como el calor de Shayla inundaba su cuerpo.
-Jack ven aquí, te tienes que cambiar de ropa-Dijo Delor mientras de una mochila sacaba unas ropas de cuero estropeado-Se que no son muy buenas pero te calentaran y, bueno, aquí tienes tus armas.
Delor le entrego a Glodir y sus dos dagas, en cuanto Jack las cogió las clavó en el suelo y se dispuso a ponerse la ropa. Jack se sentía muy cómodo. Jack se colgó a Glodir del cinto, y sus dos dagas las guardo detrás, se ciñó una capa de viaje marrón y siguieron caminando aún les quedaba un largo camino. Al fin, mientras la noche caía, llegaron al pie de la montaña, después de un camino tedioso y monótono, llegaron, Jack miro hacia arriba y observo que la montaña era realmente altísima, unos acantilados asomaban de la montaña, eran perfectos para subir fácilmente, ya que algunos, hacían de caminos naturales, era una montaña, a pesar de ser imponente y enorme era hermosa, ahí se respiraba un magnifico aire puro y fresco, a pesar del frio Jack se encontraba a gusto, ese aire le llenaba los pulmones y le refrescaba, no como el aire de S VII, tan sucio y contaminado como el barro.
Ya anochecía por lo cual nuestros protagonistas se decidieron acampar, Delor hizo una hoguera, mientras Bek colocaba unas mantas de cuero en el suelo a modo de cama.
-Aquí tenéis mantas-Dijo Bek mientras repartía una calientes telas a los presentes.
-Yo hare la guardia-Dijo Delor.
-Yo te acompaño, Delor-Respondió Bek-Vosotros dos duerman, son los más jóvenes y seguro que los mas cansados, jejeje.
Jack se sentó en su cama y Shayla junto a la suya. Los dos se acostaron y se arroparon, abrazados se trasmitieron su calor mientras Delor y Bek vigilaban. La luna se alzaba llena frente a ellos, un enorme mar de estrellas decoraba el cielo nocturno dándole una belleza inimaginable mientras los ojos de Shayla brillaban cual estrellas a su lado.
La noche pasó sin incidencias, el viento sonaba fuerte y cayeron unos copos de nieve, pero el tiempo no era malo,
Jack pasó la noche abrazado a Shayla.
La mañana se despertaba con un tremendo sol rojizo en un cielo azul.
-Vamos chicos, aquí tenéis vuestro desayuno-Dijo Delor para despertarles mientras les tiraba unas manzanas-Hoy será un día largo, subiremos por esos caminitos naturales, aun nos queda, mínimo, dos o tres jornadas de viaje.
-Vale, pero, ¿Qué hay arriba?-Pregunto Jack mientras bostezaba.
-Cuando lleguemos, encontraremos un pedestal negro con una ranura arriba, tu misión es colocar la gema en esa ranura, no sé qué reto nos impedirá colocarla, pero es lo único que temo de este viaje-Dijo Bek.
-Genial…-Dijo Jack mientras ayudaba a levantarse a Shayla.
Todos se pusieron en marcha inmediatamente, raudos, empezaron a subir por un caminito natural, muy resbaladizo y peligroso. La montaña, enorme, se erguía imponiendo, parecía que no tenía fin, Jack se fatigo cuando miro hacia donde debería estar el pico y solo vio nubes, la montaña era realmente un gran reto.
La mañana avanzo y se convirtió en tarde, ahora un sol melancólico y rojo se alzaba frente a ellos, el crepúsculo caía sobre los protagonistas como una terrible sombra.
Jack estaba tremendamente cansado, sus pies le ardían, pero, por lo menos, ya llevaban un gran trecho recorrido. Jack miro abajo y vio una tremenda caída bajo sus pies, habían avanzado muchísimo, un solo resbalón podría ser mortal.
-Esta atardeciendo muchachos, avancemos hasta ese risco de ahí, creo recordar que hay una cueva-Dijo Delor mientras clavaba sus penetrantes ojos azules en una caverna de mas adelante.
Los compañeros siguieron hasta llegar a la cueva. Era muy oscura y algo húmeda, pero era muy caliente y extrañamente cómoda.
Delor encendió un fuego y repartió unos mendrugos de pan, algo de queso y un poco de cecina para cada uno.
Todos disfrutaban de la comida cuando Delor empezó a contar una historia.
-Amigos, escuchad, os voy a contar la historia de cuando vine a esta montaña.
``Ya abandoné el ejército de LionHeart, mi familia había muerto, lo único que me quedaba era Angamar. En busca de un lugar donde alejarme del mundo y liberarme, mis pasos me llevaron a las montañas de los Colosos, estuve un tiempo viajando entre los colosos y esta montaña. Me sentía solo, ya me había acostumbrado al frio y la vida aquí ya no me parecía difícil, entonces, un día vi a unos seres que se movían entre la nieve, seres que se ocultaban en cuevas, unos seres gigantescos y blancos, alertado e intrigado fui investigando sobre esos extraños cuadrúpedos, un día como otro cualquiera me acerque demasiado a una de sus cuevas, entonces, de entre las sombras, se abalanzo sobre mí en enorme lobo blanco, al caer sobre mi le clave a Angamar en el pecho, entonces murió, craso error por mi parte, ya que el resto de la manada salió a por mí, uno de ellos me hizo una herida en el hombro, Angamar rugía de ira, entonces me lance contra ese lobo en busca de venganza, Angamar atravesó su lomo como si fuese mantequilla, con un rápido movimiento saque la espada del cuerpo de ese lobo y me dirigí hacia otro de esos seres, lo esquive y con un acto reflejo segué su vida de un mandoble, los lobos se acumulaban a mi alrededor, mi mente rápida conto hasta ocho lobos, en ese momento me cargue con toda mi ira y la concentre en Angamar, la espada se envolvió en una luz roja la empecé a mover en círculos sobre mi cabeza, la espada refulgía con el poder de mi ira y empezó a lanzar llamaradas de ira a mi alrededor, abrasando y matando a todos los lobos. Detuve a Angamar y me fije, los lobos se habían convertido en unos cuerpos humeantes, todos menos uno, le puse la espada en el cuello y una voz dijo en mi interior ``No lo hagas Delor, muchacho, si salvas a la gente te ayudaran en un futuro´´, entonces retire la espada, y le dije ``Vete´´, pero el lobo no se fue si no que se acerco a mí y empezó a restregarme su hocico contra mi pecho, entonces me agache y empecé a rascarle la cabeza, era un animal muy fuerte y noble, no se merecían lo que les había hecho, me fijé y vi que ese lobo tenía una herida en su ojo derecho, entonces le puse un nombre,   Windwolf, desde ese momento siempre que he vuelto aquí a estado ayudándome.´´
-Solo espero que siga aquí para ayudarnos ahora-Dijo Delor mirando fijamente el fuego.
-Vaya,… Esperemos que nos ayude, ahora será mejor que me vaya a la cama-Dijo Jack con aspecto cansado.
-Si será mejor que nos vayamos todos a dormir-Dijo Bek mientras se tiraba sobre su manta.
-Yo hago la guardia-Dijo Delor.
Jack, se quedo dormido de inmediato, la noche paso silenciosa, y entonces, un tremendo grito desquebrajo el silencio de la noche, despertando a los protagonistas. Jack salto de inmediato y puso una mano en la empuñadura de Glodir, los otros estaban despiertos, y al lado de Delor había un enorme lobo blanco.
-Muchacho, este es Windwolf-Dijo Delor.
-Unos trasgos de las montañas se acercan-Dijo Bek-Así que prepara tu Glodir.
Jack desenfundó su espada, la cual ansiosa por un poco de sangre, centelleo con una luz azul. Angamar y Glodir iluminaban toda la caverna, Shayla estaba tensando su arco y Bek afilaba sus dagas, los cuatro esperaban que llegasen los trasgos.
-Son un simple grupo de exploración, no son más de diez-Grito Bek-Parece que vienen hacia nosotros, creo que nos han visto.
-Shayla, dispara les desde aquí-Ordenó Delor.
Dicho esto, Shayla se aproximó al barranco y cogió una flecha de su carcaj, la coloco en su arco, la encendió en la hoguera, apuntó hacia los trasgos, tenso su arco y disparo. Una flecha encendida ilumino la noche, y como una centella se dirigió hacia el grupo de trasgos, un tremendo chillido emergió del grupo, la flecha había impactado en un trasgo, el cual cayó hacia atrás muerto. Los trasgos restantes desenvainaron sus armas y corrieron montaña arriba hacia la cueva.
-Preparad las armas amigos, Windwolf vete de aquí, gracias por avisarme-Dijo Delor.
Con un movimiento de cabeza y un gruñido, Windwolf se fue de la cueva y desapareció como una sombra.
Los gruñidos de los trasgos estaban cerca, Jack tembló momentáneamente pero se recompuso en seguida.
Los trasgos llegaron, eran unos seres de estatura baja, su color de piel oscilaba entre un verde negruzco y un marrón barro, unos enormes ojos de pupilas verticales y color amarillo o rojo generalmente, los miraban ansioso de sangre, una nariz porcina les daba un aspecto muy estúpido y una sonrisa picará ocultaban unos dientes afilados, unas extremidades largas y frágiles, rematadas en unas uñas largas, sujetaban cimitarras o hachas. Eran nueve trasgos, nueve ansiosos trasgos, la mayoría no tenían pelo, pero había uno negro muy alto con una gran mata de pelo, portaba una cimitarra y una maza, era extrañamente musculoso para ser un trasgo y tenía pinta de ser el jefe.
En cuanto entraron, Delor se lanzo contra dos trasgos, derribándolos, Jack ensarto a uno con Glodir, Bek degolló a dos de ellos y Shayla lanzo una flecha que impulsó a uno de ellos hacia atrás tirándolo por el barranco. Jack volvió a coger impulso y le rebanó la cabeza a uno, solo quedaban dos, uno de ellos era el jefe el otro, un simple peón. El peón se lanzo contra Bek, el cual le esquivó y le clavo una de sus dagas en el cuello, el jefe se mantenía impasible, entonces empezó a voltear su martillo y empezó a descargar golpes a diestro y siniestro con su martillo, tanto Bek como Delor empezaron a esquivar los golpes entonces Jack paró la maza con Glodir y acto seguido ensarto al trasgo con su espada, la amenaza había sido acallada. Mientras transcurría la batalla el alba ya había salido, una dulce y fría luz matinal asomaba por entre las montañas. Les esperaba un largo y frio camino.
En cuanto desayunaron partieron hacia la cima, si se daban prisa es posible incluso que llegasen ese mismo día. La mañana era muy fría y los miembros de Jack estaban agarrotados, el suelo era muy resbaladizo lo que dificultaba el andar. Levaban un gran trecho recorrido hacia la cima cuando empezó a nevar, Jack alcanzó a ver por entre la nieve unas terribles nubes de tormenta.
-Chicos tenemos que ser rápidos, esas nubes de tormenta no avecinan nada bueno-Dijo Delor.
Dicho esto, un enorme rayo impacto contra la montaña algo más arriba, provocando que cayeran unas enormes piedras sobre nuestros protagonistas, una de ellas casi le da a Shayla, la cual la esquivo y resbaló. Shayla se cayó por el acantilado, por suerte alcanzó a engancharse al saliente, Jack clavó a Glodir en la piedra como punto de apoyo, fue a por Shayla. Agarrado a Glodir, Jack, solo tenía una mano. Jack tendió su mano a Shayla, la cual, agradecida, la cogió con fuerza, Jack tiro como pudo y al fin consiguió arrastrar a Shayla hacia el camino.
-Hu… Gracias…-Dijo Shayla mientras le daba un beso a Jack.
-Wau… Un placer, jeje-Rió Jack.
Los cuatro retomaron la marcha, todos se envolvieron en sus capas de viaje, el frio les agarrotaba y la nieve les abrumaba, la nieve era cada vez más espesa y la tormenta no tenía pinta de amainar, de hecho era cada vez más fuerte.
Jack no veía nada a través de la espesa capa de nieve que les rodeaba, cada vez hacia más frio, pero dentro de su ser había  algo que le hacía  saber que estaban cerca  de la cima.
-Muchachos, cuando atravesemos ese espeso nubarrón de ahí delante estaremos en la cima, vamos-Grito Delor con ímpetu.
Jack empezó a aligerar el paso, a pesar de que estaba cansado deseaba llegar ahí arriba.
Al cabo de un pequeño periodo de tiempo se encontraban de lleno en el nubarrón.
-Vamos ahí que aguantar, ¡Vamos!-Dijo Shayla a voz en grito.
Jack hizo un último esfuerzo, y al fin, lo consiguieron, estaban en la cima, en la cima de la montaña.
Hacía calor ahí arriba, la cima era una explanada bastante grande, dentro de la explanada había un circulo de piedra y en el centro del circulo un enorme pedestal se alzaba ante  ellos, el pedestal era negro con toque grises metálicos, en la parte más alta del pedestal, entre cuatro cuernos grises, había una ranura donde se debía de colocar la gema.
-Vamos Jack pon la gema en la ranura-Dijo Bek entre aspavientos.
-Sí, acaba con esto ya amor-Dijo Shayla.
-Muchacho…-Dijo Delor mientras cruzaba sus brazos con aires de impaciencia.
-Vale, haya voy-Dijo Jack mientras desenvainaba a Glodir y se dirigía hacia el pedestal.
Jack alzo su brazo y coloco la gema sobre el pedestal en ese momento, un rayo impactó sobre la gema, del pedestal empezaron a salir unas imágenes. Un enorme bosque verde, y en el centro del bosque, alzándose entre los árboles, un enorme castillo negro, su arquitectura era tan malévola que parecía construido por el mismísimo diablo.
-Delor, ese castillo es Zol´Garad, el hogar del nigromante-Dijo en un susurro Bek.
-Sí lo es, aunque ese es un peligro demasiado grande, incluso para mí, pero prometí que acompañaría a Jack hasta el final.