viernes, 10 de junio de 2011

Capitulo 7

Capitulo 7:El pedestal de la oscuridad
Jack lanzó el rayo de luz azul y purpura contra una pared para que se hiciera el portal, una vez hecho lo cruzó. Casi al instante se encontró al pie de una montaña bajo un cielo azul, ante él se extendía una vasta pradera hasta chocar literalmente contra una ciudad amurallada, al fondo solo se veía un precioso mar en calma, la pradera era completamente verde, se podía ver algún casual árbol, unas pequeñas colinitas le daban un poco de volumen a la pradera, Jack se giro, y miro hacia la montaña que tenia atrás suya, era enorme, en ella empezaba una enorme cordillera, sobre la cima de la montaña había una tremenda estatua, entonces Jack se dio cuenta, ``Estoy en Blaan, esto es uno de los colosos´´ pensó Jack. En ese momento tres figuras llegaron desde la pradera.
-Hola de nuevo Jack-Dijo la figura más alta-Soy Delor.
-Hola a todos-Saludo Jack.
Una de las figuras se quitó la capucha que le cubría la cara y se lanzo a los brazos de Jack, abrazándolo y besándolo.
-Hola melme-Dijo Shayla mientras se separaba de Jack.
-Ashala, me alegro de verte amigo-Saludó Bek-Nos espera una cosa difícil, hay que subir, a la Punta, es esa montaña altísima –Dijo Bek mientras señalaba el pico de una montaña que se perdía entre las nubes.
-Vale,…-Dijo con un tono algo cansado.
-Tenemos que llegar ahí y colocar la gema en un pedestal que se encuentra en su pico, ese es el único modo de saber donde se encuentra el primer fragmento de la llave, así que vamos a ponernos en marcha.
Sin apenas mediar palabra los cuatro se pusieron en marcha subiendo hacia un caminito alto en la montaña.
Todo era muy bonito y relajante, una fina capa de nieve lo cubría todo, la montaña aún se encontraba lejos pero Jack la notaba cercana, muy cercana.
Jack miró a Shayla, estaba más preciosa que nunca, sus ojos resaltaban en una tez pálida, sus mejillas rojas como manzanas desentonaban completamente de su cara lo que le daba un gran atractivo, su pelo negro esta moteado por blancos copos de nieve, Jack se derretía ante ella, era hermosísima.
-Se que solo han pasado unas horas pero yo te he echado mucho de menos-Dijo Shayla mientras se abraza a Jack.
-En mi mundo han sido días.
Jack sentía como el calor de Shayla inundaba su cuerpo.
-Jack ven aquí, te tienes que cambiar de ropa-Dijo Delor mientras de una mochila sacaba unas ropas de cuero estropeado-Se que no son muy buenas pero te calentaran y, bueno, aquí tienes tus armas.
Delor le entrego a Glodir y sus dos dagas, en cuanto Jack las cogió las clavó en el suelo y se dispuso a ponerse la ropa. Jack se sentía muy cómodo. Jack se colgó a Glodir del cinto, y sus dos dagas las guardo detrás, se ciñó una capa de viaje marrón y siguieron caminando aún les quedaba un largo camino. Al fin, mientras la noche caía, llegaron al pie de la montaña, después de un camino tedioso y monótono, llegaron, Jack miro hacia arriba y observo que la montaña era realmente altísima, unos acantilados asomaban de la montaña, eran perfectos para subir fácilmente, ya que algunos, hacían de caminos naturales, era una montaña, a pesar de ser imponente y enorme era hermosa, ahí se respiraba un magnifico aire puro y fresco, a pesar del frio Jack se encontraba a gusto, ese aire le llenaba los pulmones y le refrescaba, no como el aire de S VII, tan sucio y contaminado como el barro.
Ya anochecía por lo cual nuestros protagonistas se decidieron acampar, Delor hizo una hoguera, mientras Bek colocaba unas mantas de cuero en el suelo a modo de cama.
-Aquí tenéis mantas-Dijo Bek mientras repartía una calientes telas a los presentes.
-Yo hare la guardia-Dijo Delor.
-Yo te acompaño, Delor-Respondió Bek-Vosotros dos duerman, son los más jóvenes y seguro que los mas cansados, jejeje.
Jack se sentó en su cama y Shayla junto a la suya. Los dos se acostaron y se arroparon, abrazados se trasmitieron su calor mientras Delor y Bek vigilaban. La luna se alzaba llena frente a ellos, un enorme mar de estrellas decoraba el cielo nocturno dándole una belleza inimaginable mientras los ojos de Shayla brillaban cual estrellas a su lado.
La noche pasó sin incidencias, el viento sonaba fuerte y cayeron unos copos de nieve, pero el tiempo no era malo,
Jack pasó la noche abrazado a Shayla.
La mañana se despertaba con un tremendo sol rojizo en un cielo azul.
-Vamos chicos, aquí tenéis vuestro desayuno-Dijo Delor para despertarles mientras les tiraba unas manzanas-Hoy será un día largo, subiremos por esos caminitos naturales, aun nos queda, mínimo, dos o tres jornadas de viaje.
-Vale, pero, ¿Qué hay arriba?-Pregunto Jack mientras bostezaba.
-Cuando lleguemos, encontraremos un pedestal negro con una ranura arriba, tu misión es colocar la gema en esa ranura, no sé qué reto nos impedirá colocarla, pero es lo único que temo de este viaje-Dijo Bek.
-Genial…-Dijo Jack mientras ayudaba a levantarse a Shayla.
Todos se pusieron en marcha inmediatamente, raudos, empezaron a subir por un caminito natural, muy resbaladizo y peligroso. La montaña, enorme, se erguía imponiendo, parecía que no tenía fin, Jack se fatigo cuando miro hacia donde debería estar el pico y solo vio nubes, la montaña era realmente un gran reto.
La mañana avanzo y se convirtió en tarde, ahora un sol melancólico y rojo se alzaba frente a ellos, el crepúsculo caía sobre los protagonistas como una terrible sombra.
Jack estaba tremendamente cansado, sus pies le ardían, pero, por lo menos, ya llevaban un gran trecho recorrido. Jack miro abajo y vio una tremenda caída bajo sus pies, habían avanzado muchísimo, un solo resbalón podría ser mortal.
-Esta atardeciendo muchachos, avancemos hasta ese risco de ahí, creo recordar que hay una cueva-Dijo Delor mientras clavaba sus penetrantes ojos azules en una caverna de mas adelante.
Los compañeros siguieron hasta llegar a la cueva. Era muy oscura y algo húmeda, pero era muy caliente y extrañamente cómoda.
Delor encendió un fuego y repartió unos mendrugos de pan, algo de queso y un poco de cecina para cada uno.
Todos disfrutaban de la comida cuando Delor empezó a contar una historia.
-Amigos, escuchad, os voy a contar la historia de cuando vine a esta montaña.
``Ya abandoné el ejército de LionHeart, mi familia había muerto, lo único que me quedaba era Angamar. En busca de un lugar donde alejarme del mundo y liberarme, mis pasos me llevaron a las montañas de los Colosos, estuve un tiempo viajando entre los colosos y esta montaña. Me sentía solo, ya me había acostumbrado al frio y la vida aquí ya no me parecía difícil, entonces, un día vi a unos seres que se movían entre la nieve, seres que se ocultaban en cuevas, unos seres gigantescos y blancos, alertado e intrigado fui investigando sobre esos extraños cuadrúpedos, un día como otro cualquiera me acerque demasiado a una de sus cuevas, entonces, de entre las sombras, se abalanzo sobre mí en enorme lobo blanco, al caer sobre mi le clave a Angamar en el pecho, entonces murió, craso error por mi parte, ya que el resto de la manada salió a por mí, uno de ellos me hizo una herida en el hombro, Angamar rugía de ira, entonces me lance contra ese lobo en busca de venganza, Angamar atravesó su lomo como si fuese mantequilla, con un rápido movimiento saque la espada del cuerpo de ese lobo y me dirigí hacia otro de esos seres, lo esquive y con un acto reflejo segué su vida de un mandoble, los lobos se acumulaban a mi alrededor, mi mente rápida conto hasta ocho lobos, en ese momento me cargue con toda mi ira y la concentre en Angamar, la espada se envolvió en una luz roja la empecé a mover en círculos sobre mi cabeza, la espada refulgía con el poder de mi ira y empezó a lanzar llamaradas de ira a mi alrededor, abrasando y matando a todos los lobos. Detuve a Angamar y me fije, los lobos se habían convertido en unos cuerpos humeantes, todos menos uno, le puse la espada en el cuello y una voz dijo en mi interior ``No lo hagas Delor, muchacho, si salvas a la gente te ayudaran en un futuro´´, entonces retire la espada, y le dije ``Vete´´, pero el lobo no se fue si no que se acerco a mí y empezó a restregarme su hocico contra mi pecho, entonces me agache y empecé a rascarle la cabeza, era un animal muy fuerte y noble, no se merecían lo que les había hecho, me fijé y vi que ese lobo tenía una herida en su ojo derecho, entonces le puse un nombre,   Windwolf, desde ese momento siempre que he vuelto aquí a estado ayudándome.´´
-Solo espero que siga aquí para ayudarnos ahora-Dijo Delor mirando fijamente el fuego.
-Vaya,… Esperemos que nos ayude, ahora será mejor que me vaya a la cama-Dijo Jack con aspecto cansado.
-Si será mejor que nos vayamos todos a dormir-Dijo Bek mientras se tiraba sobre su manta.
-Yo hago la guardia-Dijo Delor.
Jack, se quedo dormido de inmediato, la noche paso silenciosa, y entonces, un tremendo grito desquebrajo el silencio de la noche, despertando a los protagonistas. Jack salto de inmediato y puso una mano en la empuñadura de Glodir, los otros estaban despiertos, y al lado de Delor había un enorme lobo blanco.
-Muchacho, este es Windwolf-Dijo Delor.
-Unos trasgos de las montañas se acercan-Dijo Bek-Así que prepara tu Glodir.
Jack desenfundó su espada, la cual ansiosa por un poco de sangre, centelleo con una luz azul. Angamar y Glodir iluminaban toda la caverna, Shayla estaba tensando su arco y Bek afilaba sus dagas, los cuatro esperaban que llegasen los trasgos.
-Son un simple grupo de exploración, no son más de diez-Grito Bek-Parece que vienen hacia nosotros, creo que nos han visto.
-Shayla, dispara les desde aquí-Ordenó Delor.
Dicho esto, Shayla se aproximó al barranco y cogió una flecha de su carcaj, la coloco en su arco, la encendió en la hoguera, apuntó hacia los trasgos, tenso su arco y disparo. Una flecha encendida ilumino la noche, y como una centella se dirigió hacia el grupo de trasgos, un tremendo chillido emergió del grupo, la flecha había impactado en un trasgo, el cual cayó hacia atrás muerto. Los trasgos restantes desenvainaron sus armas y corrieron montaña arriba hacia la cueva.
-Preparad las armas amigos, Windwolf vete de aquí, gracias por avisarme-Dijo Delor.
Con un movimiento de cabeza y un gruñido, Windwolf se fue de la cueva y desapareció como una sombra.
Los gruñidos de los trasgos estaban cerca, Jack tembló momentáneamente pero se recompuso en seguida.
Los trasgos llegaron, eran unos seres de estatura baja, su color de piel oscilaba entre un verde negruzco y un marrón barro, unos enormes ojos de pupilas verticales y color amarillo o rojo generalmente, los miraban ansioso de sangre, una nariz porcina les daba un aspecto muy estúpido y una sonrisa picará ocultaban unos dientes afilados, unas extremidades largas y frágiles, rematadas en unas uñas largas, sujetaban cimitarras o hachas. Eran nueve trasgos, nueve ansiosos trasgos, la mayoría no tenían pelo, pero había uno negro muy alto con una gran mata de pelo, portaba una cimitarra y una maza, era extrañamente musculoso para ser un trasgo y tenía pinta de ser el jefe.
En cuanto entraron, Delor se lanzo contra dos trasgos, derribándolos, Jack ensarto a uno con Glodir, Bek degolló a dos de ellos y Shayla lanzo una flecha que impulsó a uno de ellos hacia atrás tirándolo por el barranco. Jack volvió a coger impulso y le rebanó la cabeza a uno, solo quedaban dos, uno de ellos era el jefe el otro, un simple peón. El peón se lanzo contra Bek, el cual le esquivó y le clavo una de sus dagas en el cuello, el jefe se mantenía impasible, entonces empezó a voltear su martillo y empezó a descargar golpes a diestro y siniestro con su martillo, tanto Bek como Delor empezaron a esquivar los golpes entonces Jack paró la maza con Glodir y acto seguido ensarto al trasgo con su espada, la amenaza había sido acallada. Mientras transcurría la batalla el alba ya había salido, una dulce y fría luz matinal asomaba por entre las montañas. Les esperaba un largo y frio camino.
En cuanto desayunaron partieron hacia la cima, si se daban prisa es posible incluso que llegasen ese mismo día. La mañana era muy fría y los miembros de Jack estaban agarrotados, el suelo era muy resbaladizo lo que dificultaba el andar. Levaban un gran trecho recorrido hacia la cima cuando empezó a nevar, Jack alcanzó a ver por entre la nieve unas terribles nubes de tormenta.
-Chicos tenemos que ser rápidos, esas nubes de tormenta no avecinan nada bueno-Dijo Delor.
Dicho esto, un enorme rayo impacto contra la montaña algo más arriba, provocando que cayeran unas enormes piedras sobre nuestros protagonistas, una de ellas casi le da a Shayla, la cual la esquivo y resbaló. Shayla se cayó por el acantilado, por suerte alcanzó a engancharse al saliente, Jack clavó a Glodir en la piedra como punto de apoyo, fue a por Shayla. Agarrado a Glodir, Jack, solo tenía una mano. Jack tendió su mano a Shayla, la cual, agradecida, la cogió con fuerza, Jack tiro como pudo y al fin consiguió arrastrar a Shayla hacia el camino.
-Hu… Gracias…-Dijo Shayla mientras le daba un beso a Jack.
-Wau… Un placer, jeje-Rió Jack.
Los cuatro retomaron la marcha, todos se envolvieron en sus capas de viaje, el frio les agarrotaba y la nieve les abrumaba, la nieve era cada vez más espesa y la tormenta no tenía pinta de amainar, de hecho era cada vez más fuerte.
Jack no veía nada a través de la espesa capa de nieve que les rodeaba, cada vez hacia más frio, pero dentro de su ser había  algo que le hacía  saber que estaban cerca  de la cima.
-Muchachos, cuando atravesemos ese espeso nubarrón de ahí delante estaremos en la cima, vamos-Grito Delor con ímpetu.
Jack empezó a aligerar el paso, a pesar de que estaba cansado deseaba llegar ahí arriba.
Al cabo de un pequeño periodo de tiempo se encontraban de lleno en el nubarrón.
-Vamos ahí que aguantar, ¡Vamos!-Dijo Shayla a voz en grito.
Jack hizo un último esfuerzo, y al fin, lo consiguieron, estaban en la cima, en la cima de la montaña.
Hacía calor ahí arriba, la cima era una explanada bastante grande, dentro de la explanada había un circulo de piedra y en el centro del circulo un enorme pedestal se alzaba ante  ellos, el pedestal era negro con toque grises metálicos, en la parte más alta del pedestal, entre cuatro cuernos grises, había una ranura donde se debía de colocar la gema.
-Vamos Jack pon la gema en la ranura-Dijo Bek entre aspavientos.
-Sí, acaba con esto ya amor-Dijo Shayla.
-Muchacho…-Dijo Delor mientras cruzaba sus brazos con aires de impaciencia.
-Vale, haya voy-Dijo Jack mientras desenvainaba a Glodir y se dirigía hacia el pedestal.
Jack alzo su brazo y coloco la gema sobre el pedestal en ese momento, un rayo impactó sobre la gema, del pedestal empezaron a salir unas imágenes. Un enorme bosque verde, y en el centro del bosque, alzándose entre los árboles, un enorme castillo negro, su arquitectura era tan malévola que parecía construido por el mismísimo diablo.
-Delor, ese castillo es Zol´Garad, el hogar del nigromante-Dijo en un susurro Bek.
-Sí lo es, aunque ese es un peligro demasiado grande, incluso para mí, pero prometí que acompañaría a Jack hasta el final.

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